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Todas las ciudades españolas de más de 50.000 habitantes -Vitoria, por tanto, entre ellas- deberán tomar medidas para restringir el tráfico en el centro al estilo de lo hecho en la capital de España con 'Madrid Central'. Es una de ... las propuestas clave de la futura Ley de Cambio Climático que el Gobierno de Pedro Sánchez quiere impulsar en los primeros 100 días de su mandato. Pero mientras llega esa normativa -y su posterior concreción-, la capital alavesa garantizó ayer que seguirá con su 'hoja de ruta'. Continuar ganando espacio al coche para dárselo al peatón y a las formas de movilidad sostenible.
«Llevamos décadas trabajando desde el ámbito local contra el cambio climático», transmitió ayer el Gabinete Urtaran. «No estamos en contra del vehículo privado, máxime cuando la automoción es el principal sector económico de la ciudad, pero sí en contra de su mal uso o abuso», matizaron portavoces autorizados. A la espera de conocer «en profundidad» el plan de La Moncloa, la 'green capital' seguirá guiándose por su faro, el Plan de Movilidad y Espacio Público alumbrado hace una década y actualmente en revisión. Esta estrategia, que «ya ha logrado reducir el tráfico» con distintas medidas como las 'supermanzanas', «definirá el futuro», sostienen.
A nivel nacional, la norma implicará que un total de 148 ciudades del país deberán emular el ejemplo de Madrid Central; en el País Vasco, además de la capital alavesa, afectará a las tres vizcaínas que superan la barrera de los 50.000 vecinos (Bilbao, Barakaldo y Getxo) así como a San Sebastián e Irún en Gipuzkoa. El órdago ya lo dejó caer Sánchez el pasado julio, cuando fracasó en su primer intento para ser reelegido presidente. Ahora, con el Gobierno de coalición ya formado y tras haber elevado el reto climático a la vicepresidencia cuarta, la apuesta sube de categoría. La ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, informó ayer de que el texto legislativo recoge una modificación específica para que las zonas de bajas emisiones sean obligatorias y no meramente recomendables. El proyecto de norma, eso sí, deberá obtener el beneplácito de la mayoría de la Cámara baja, un proceso de negociación susceptible de incorporar retoques.
Los planes de La Moncloa buscan reducir la contaminación en las ciudades, causa del fallecimiento de más de 10.000 personas cada año en España según datos de la Organización Mundial de la Salud. La receta del Ejecutivo de PSOE y Unidas Podemos pasa por extender el modelo de Madrid, que desde su puesta en marcha en 2018 ha sido motivo de permanente riña política. Se trata de un área de 472 hectáreas que delimita la circulación de vehículos en función de los gases que emita, algo que se distingue a través de etiquetas. También Barcelona ha adoptado este mismo año una medida similar, pero la restricción se extiende a parte de su área metropolitana.
En realidad, el Gobierno vasco dio la voz de alarma al comprobar que las emisiones de CO2 en Euskadi se han disparado por encima de las media. Estudia medidas que supondrán limitaciones para el acceso de vehículos a las ciudades en los próximos años. Vitoria, con un parque de unos 116.500 vehículos, parte con ventaja al contar con una de transporte público en avance con el tranvía y el BEI y un horizonte en el que prevé que la mitad de su transporte sea electrificado tras el verano de 2021.
También resulta una incógnita qué deberá hacer la ciudad para cumplir con la ley, dado que buena parte de su centro urbano ya es peatonal o tiene el tráfico muy restringido -como en el Casco Viejo- y que el plan de 'supermanzanas' hará que sean habituales las calles con limitaciones de velocidad a 30, 20 y hasta 10 kilómetros por hora en el interior de esos espacios.
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