Vitoria ya tiene operativa su principal defensa contra las acometidas de los ríos Batán y Zapardiel, pero sigue sin solucionar el punto crítico de Gamarra, en la salida hacia Bilbao, y las crecidas en Asteguieta. Según informó ayer el concejal de Gestión Ambiental, Pascual Borja, ... la balsa de Larragorri ya está culminada y lista para recibir las riadas de los dos cursos fluviales del sur en caso de fuertes precipitaciones.
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Borja confirmó así, a preguntas de Elkarrekin Podemos en comisión municipal, lo que adelantó EL CORREO el pasado mes de septiembre. «Ya tenemos una infraestructura que está funcionando para lo que está diseñada. Lamina 130.000 metros cúbicos de agua, una cantidad muy importante y ya está funcionando», agregó.
La infraestructura, ya concluida, recogerá hasta el equivalente a 39 piscinas olímpicas y derivará todo ese exceso de agua hasta el río Ali a través de una tubería subterránea. Con esta obra, que ha supuesto una inversión de 6,3 millones para URA, se espera poner fin a los sustos que en más de una ocasión se han vivido en barrios como el Batán, San Martín o Abendaño.
Más lejos, sin embargo, están las obras en Asteguieta. La fase IV del plan antirriadas del Zadorra sigue en 'stand by' a la espera de que concluya el proceso de identificar a los propietarios de los más de 40.000 metros cuadrados que hay que expropiar -de forma provisional o definitiva para empezar con las obras del proyecto.
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Según explicó Borja, «ya se han identificado los titulares fiscales de las parcelas y queda por confirmar los titulares registrales». El edil de Limpieza admitió que el proceso está siendo «complejo», pero afirmó que se está trabajando en él «a buen ritmo». Tanto que augura que resolverán este procedimiento «en breve».
En una situación más complicada está la fase III, la que busca que el Zadorra no se desborde en Gamarra. En este caso, está redactado el proyecto y hay comprometida una partida de 14 millones de euros por parte del ente estatal Acuaes (, pero la iniciativa sigue sin echar a andar. Fuentes del departamento de Limpieza lo achacan a un embrollo «burocrático y administrativo». En cuanto se resuelva este frente, explican, «ya se podrá firmar el convenio» para hacerlo realidad porque el proyecto de esta fase ya está listo.
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En esa misma Comisión de Limpieza y Medio Ambiente, tanto Elkarrekin Podemos como EH Bildu interpelaron al concejal del ramo por el censo de edificios con presencia de amianto. Por el momento, no hay muchos más avances fuera del primer balance ofrecido en mayo, y que apuntaba a que un 10% de los edificios municipales con presencia del material cancerígeno.
Actualmente el Consistorio trabaja en seguir la guía del Gobierno vasco en lo tocante a esta materia y está realizando «inspecciones visuales» en los edificios. Se espera que de ese trabajo ocular salga una estimación de cuánto amianto alberga cada edificio para diseñar su retirada, que debería acometerse, según la legislación vigente, antes de 2028 en los edificios públicos.
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