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El turismo disfruta de un 2022 de récord en Álava pero el último puente del año se resiste, por ahora, a redondear este positivo balance que supera en el territorio los 380.000 visitantes desde enero, un 6,5% más que en 2019. La previsión ... de frío y lluvia, la apuesta de los viajeros por otros destinos «más navideños» y una sucesión «demasiado larga» de jornadas laborables y festivas arrojan unos días «irregulares» para el sector, que se nutre por estas fechas de los turistas nacionales. La prueba es que en algunos alojamientos rozan el completo y otros trabajan «como una semana normal», incluso peor, aunque todos confían en las reservas de última hora para sacar algo de partido a estas pequeñas vacaciones antes de Navidad.
El puente de diciembre, un auténtico acueducto en esta ocasión, destaca por ser «uno de los más dudosos» ejercicio tras ejercicio, muy condicionado por la meteorología. En cuanto el mapa del tiempo anuncia bajas temperaturas o precipitaciones, y esta semana se recuperará el termómetro pero tocará sacar el paraguas en Álava, los viajeros cambian de planes. «El pronóstico no nos ha ayudado porque decían que iba a hacer muy malo», confirma Iván Saldaña, al frente de un par de hoteles y tres complejos de apartamentos en la ciudad, que rondan «entre el 95% y el 100%» de ocupación. Su estadística, sin embargo, contrasta con las cifras que manejan en la mayoría de los hoteles vitorianos, donde resulta sencillo encontrar habitaciones libres en lo que queda de semana.
En la recepción del Abba Jazz reconocen que «no hay mucha diferencia» en su libro de reservas por el 'macropuente' y en Jardines de Uleta apuntan que las previsiones son «muy flojas» para estos días. «No es de las mejores épocas del año para nosotros. La gente prefiere ahora ir a lugares más navideños o de 'shopping'», reflexiona Nahikari Alonso, responsable de marketing en este hotel. Vitoria pierde por estas fechas la batalla por atraer visitantes frente a capitales centroeuropeas, con sus tradicionales mercadillos, y grandes ciudades donde llenar la maleta de regalos como Madrid. Y los propios vitorianos salen en masa con Egipto, Estambul o Marrakech como principales destinos en esta ocasión.
Hasta aquí, mientras, viajan sobre todo madrileños y catalanes aunque en los últimos puentes han aterrizado también numerosos turistas de la Comunidad Valenciana, Cantabria o Galicia. Y en los alojamientos esperan que sus reservas para esta semana salpicada de festivos se animen sobre la marcha. «En invierno, en general, la gente no hace planes con mucha antelación», asumen en el Abba Jazz, que el lunes acarició el completo. Y a eso se aferra el sector, consciente de que «con días laborables en medio» se complica la llegada de turistas. «Somos muy de última hora, es algo que se nos ha quedado de la pandemia», admite Alonso. También lo notan en los principales reclamos turísticos del territorio, donde los viajeros se plantan en la ventanilla para apuntarse a las visitas pocas horas, y a veces escasos minutos, antes de que empiecen. «Hay mucha reserva para el mismo día y presencial», constata Alberto Plata desde la Fundación Valle Salado.
En las salinas tienen, por ahora, el 30% de las plazas para sus rutas guiadas ocupadas -de media para toda la semana- aunque perciben «mucha diferencia» entre las jornadas festivas y las laborables. Este martes, por ejemplo, llenaron todos los grupos menos uno, mientras que el viernes hay huecos en ocho (de los once paseos disponibles). La mayoría de sus turistas viene de otros puntos de Euskadi, seguidos de Castilla y León, Madrid y Aragón. En la catedral Santa María, en cambio, se acercan todos los días del puente al completo en sus visitas y, cuenta Jon Lasa, gerente de la fundación que gestiona el templo, «estamos reforzando la oferta para que nadie se quede fuera». Unos 25 grupos recorrerán a diario esta 'joya' gótica. «Parece que estamos dejando atrás la pandemia y, si no pasa nada, rondaremos nuestro mejor año histórico», comparte. Y eso significa alcanzar, o incluso superar, los 96.000 visitantes que logró en 2019.
En la catedral explican que en este puente se «apoyan» en los eventos que se organizan en la ciudad, con Ardoaraba como cita más destacada. «Algunos turistas nos comentan que han oído algo sobre una fiesta del vino», dice Saldaña. Y esa feria cierra hoy sus tres carpas aunque mañana celebrará la segunda edición de la actividad 'Summum', en el palacio de Villa Suso, dedicada a los caldos más excelentes, internacionales e innovadores.
La mañana animaba a salir a pasear, pararse en los escaparates y de paso aprovechar la jornada festiva para ir haciendo acopio de presentes navideños. Sin embargo, la mayoría de comercios amaneció ayer con la persiana bajada en el centro de la capital alavesa. Pocos optaron por encender sus rótulos salvo «los habituales», coincidieron desde las principales agrupaciones de comerciantes de Vitoria y Álava. Panaderías, pastelerías, tiendas de chuches o bazares eran los únicos establecimientos que daban vida al núcleo de la ciudad-amén de los hosteleros, aunque tampoco estaban en marcha todos-. «Ni siquiera los de alimentación o supermercados han variado sus horarios entendiendo que es un puente escalonado en el que la gente puede comprar sin problema un día sí y otro no», argumentaba Edurne Parro, directora de la federación Aenkomer que agrupa a 1.500 establecimientos en Álava. Sí abrió sus puertas como ejemplo «aislado» el comercio de ropa Udalaitz en la calle Postas, un local que acostumbra a estar operativo en fechas como estas, recordaron desde la federación.
«Han abierto los habituales», constataban desde Gasteiz On (con 600 establecimientos asociados), inmersa en la organización de la feria Ardoaraba que concluye hoy. Entre las escasas puertas que se veían abiertas en una concurrida calle Postas, a la altura de la plaza de la Virgen Blanca, figuraban las de la tienda de moda Elaia. «Abrimos en puentes como este por el turismo y algunos domingos, aunque de forma puntual y solo de mañana. Ahora aquí hay mucha gente pero por la tarde cae bastante», explicaba el responsable de este comercio que prevé subir la persiana de su tienda «un domingo de diciembre y otro de enero». «Algunos días nos ha ido bien pero otros, cero», ilustraba.
Cerca, algunos clientes salían de ojear 'souvenirs' en Guereñu, en General Loma. Otros se iban del centro con las manos vacías. «Veníamos a comprar regalos pero todo está cerrado», comentaban muchos en General Álava, repleta de mostradores apagados.
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