Vitoria condiciona la implantación de una red térmica a «decisiones políticas» con la Diputación y el Gobierno vasco

Así lo ha confirmado este martes el concejal de Modelo de Ciudad y Medio Ambiente, Borja Rodríguez (PSE), que ha dado cuenta de un informe elaborado por la empresa Tecnalia a este respecto tras las preguntas de los grupos de la oposición, EH Bildu y Elkarrekin Podemos.

Por recapitular. El Ayuntamiento adjudicó en junio de 2023 una consultoría para que le ayudara a definir un sistema térmico de este tipo, con la intención de ponerlo en marcha después e impulsar una oficina de coordinación y acompañamiento. La firma encargada (Tecnalia) tenía en principio un plazo de nueve meses y dos semanas para todo esto. Así que, tras prorrogar ese período, hace escasas semanas se han presentado las primeras conclusiones de ese diagnóstico (que ha costado 86.202,86 euros) al Gobierno local, lo que ha llevado a rescindir de mutuo acuerdo el contrato con dicha empresa.

A rasgos generales, lo que se apunta en las páginas de estudio es que «las condiciones de viabilidad técnico-económicas de la potencial red térmica dependen de decisiones políticas, algunas de las cuales deberían ser compartidas con las otras administraciones que operan en el territorio, especialmente el Gobierno vasco y la Diputación Foral de Álava».

Así las cosas, las valoraciones de esas otras entidades resultan esenciales ya que, de llegar a implantarse este servicio, se escogería para dar los primeros pasos la zona de Gazalbide-Txagorritxu. Allí se encuentran edificios públicos que consumen una importante energía como la estación de autobuses, residencias forales o la sede del Ejecutivo autonómico, por poner algunos ejemplos. Además, es un área que «aglutina alta densidad de demanda energética y relativa proximidad a los recursos naturales».

En cualquier caso, «por esa alta incertidumbre de la participación en el proyecto del resto de administraciones diferentes al propio ayuntamiento, a la que se añade el modelo de negocio por el que se apuesta, o el grado de participación de cada entidad a nivel de edificios a conectar a la red o a la financión de la inversión.... Todo ello contribuye a no poder vislumbrar cuándo y cómo se podrían llevar a efecto las fases siguientes en un tiempo razonable», continúan los redactores del informe.

De esta forma, con la intención de que los próximos pasos sean más sólidos, el Gabinete Etxebarria tratará de «afinar» ahora todos los datos técnicos que aparecen en la memoria y después se lo presentará a los responsables forales y autonómicos para saber si esta red térmica podría convertirse en una realidad. «En ningún momento se ha paralizado el proyecto ni hemos renunciado a él. Con un plan de calado y con una inversión elevada (no se ha precisado ninguna estimación) no podemos ir acelerados. Los plazos anteriores eran ambiciosos, poco habituales», ha subrayado Rodríguez, que ha anunciado que esta medida «ya está suscitando interés en otras ciudades» y se están poniendo en contacto con ellos.

Con todo, lo que se trata es de que la capital alavesa se convierta en una ciudad con cero emisiones en 2030 y lograr de forma más rápida la descarbonización. Por eso mismo, tanto la coalición soberanista como los morados han pedido que esta idea «no se quede en un cajón».