La cifra de cien federados tal vez no llame excesivamente la atención. Álava no es tierra de grandes campeones ni talentos del bádminton, pero ha ido creciendo bien por el fenómeno Carolina Marín bien por los torneos que se desarrollan en Vitoria y visibilizan más ... y mejor esta disciplina dominada mundialmente por los asiáticos. En Japón, China, Corea, Malasia o Indonesia es casi una religión; en España, una anécdota. Vitoria se ha convertido en un pequeño oasis. «El Ayuntamiento nos pone instalaciones, nos proporciona material; y la Diputacion nos da recursos económicos. Unido a que el talante alavés es siempre el de agradar, hemos encontrado la combinación perfecta para celebrar eventos de bádminton y parabádminton en la ciudad», destaca Ángel Ruiz, presidente de la federación alavesa. En apenas tres meses, la capital ha acogido tres torneos de relevancia, una prueba del circuito nacional máster, otra del correspondiente a parabádminton y el plato fuerte, el Internacional Vitoria-Gasteiz. Este reúne desde hoy en Zabalgana a las 180 mejores raquetas del bádminton adaptado internacional, y será puntuable para el Mundial y los Juegos Paralímpicos de París. «Es la primera vez que Euskadi acoge un evento de esta magnitud. Es un sueño hecho realidad. La federación mundial junto con la española han hecho una apuesta muy seria por Vitoria, y es un reto para nosotros», apunta Dina Abouzeid, directora y organizadora a través de su club Just Bádminton.
Publicidad
El ímpetu
Esta mujer de padre jordano y madre aragonesa no ha cejado en su empeño de llevar su deporte a cada rincón del territorio. Fue una jugadora con futuro y proyección en Jordania, pero su llegada definitiva a España supuso una transformación para ella, que decidió dedicarse a la enseñanza. En 1999 y de la mano del club Zuzenak inició una andadura por el parabádmiton que la ha convertido en una fija del cuerpo técnico de la selección española, tras una intensa formación con los tres niveles obligatorios.
«Fue un proceso intenso pero muy gratificante», recuerda. La idea de crear un club inclusivo como el Just Badminton supuso un despegue definitivo. Allí entrenamos todos juntos, no hay discapacidades que excluyan», afirma orgullosa. En el territorio alavés hay seis clubes: Just Badminton, Aronova, Edumidi, Arriaga, Gurea y Landederra, este en Elburgo. «En la provincia nos falta expansión pero aún no hay mucha demanda», reconoce Ruiz.
Hace unos años se recuperó el Circuito Alavés, que cumple su función. «Competir y socializar. Se prioriza el jugar y pasarlo bien a competir. No tenemos grandes portentos pero a ilusión y compromiso no nos gana nadie. Los domingos es nuestro día y somos fieles en las ocho pruebas de las que consta el circuito», recalca el presidente federativo, arquitecto de profesión que dejó el tenis por el bádminton para disfrutar plenamente del descubrimiento.
Publicidad
El gran hándicap para esta disciplina es su desarrollo en edades tempranas. La normativa vasca que impide la tramitación de la licencia federativa hasta los 14 años retrasa la progresión de los niños con talento. «Es un problema porque en otras comunidades ya compiten con nueve años de edad. Aquí lo hacen en etapa escolar, pero el nivel es diferente. Tengo tres niños y dos niñas que apuntan maneras» desvela Abouzeid.
De tanto llamar a las puertas, estas se han abierto de par en par para alumbrar a una disciplina deportiva que empieza a brillar con identidad propia en Álava.
Este contenido es exclusivo para suscriptores
Accede todo un mes por solo 0,99€
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Lo más leído
- 1 Unos encapuchados vandalizan un autobús urbano en Vitoria
- 2 Buscan en cámaras de seguridad de un centro comercial para ver el origen de las lesiones de Alma
- 3 La caída de producción pone a la fábrica de Mercedes en Vitoria a las puertas de un ERTE
- 4 Buscan en cámaras de seguridad de un centro comercial para ver el origen de las lesiones de Alma
- 5 La noche no es rentable para los taxistas en Vitoria
Publicidad