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El nuevo Plan General de Vitoria será de goma en el ámbito industrial. El acuerdo alcanzado entre PSE-PNV y Elkarrekin Podemos, que desbloquea el documento urbanístico de mayor rango más de veinte años después, prioriza las necesidades industriales más urgentes de Mercedes, Michelin y ... Basquevolt, los pilares económicos de la ciudad. Pero precisamente esa demanda tan acuciante ha impedido una revisión para ampliar aún más la oferta industrial del nuevo documento, que prioriza permitir construir hacia arriba antes que aumentar la 'huella' industrial de la ciudad. No obstante, tanto el equipo de gobierno como la tercera fuerza de la oposición reconocen que la nueva norma se abrirá a ofrecer más terrenos cuando aterricen grandes proyectos, a partir de la aprobación definitiva del próximo año. Aunque advierten de que se trata de un escenario futuro, asumen que las necesidades podrán exigir cambios.
Las numerosas alegaciones presentadas por parte de la patronal SEA, la Cámara de Comercio, el Parque Tecnológico de Miñano y la propia Diputación de Álava llevaron al Ayuntamiento replantearse una mayor oferta industrial a la que ya prevé la versión aprobada. Tanto la alcaldesa, Maider Etxebarria, como la primera teniente de alcaldesa, Beatriz Artolazabal, afirmaron meses atrás que el Ayuntamiento intentaría «dar solución» a las demandas del sector industrial. El departamento de Urbanismo, de hecho, llegó a poner sobre la mesa 210 hectáreas extra entre Foronda, Arangiz, Júndiz y Miñano, suponía elevar hasta un 10% toda la trama productiva de la capital alavesa. Aquel planteamiento no implicaba que todo ese espacio fuera a convertirse en suelo industrial, sino que eran zonas susceptibles de hacerlo. «Y lo siguen siendo», subrayan fuentes municipales.
Sin embargo, llevar a cabo este viraje tras las alegaciones suponía arriesgarse a realizar un «cambio sustancial» en el Plan General. Esto significa que la tramitación debía regresar prácticamente al punto de partida, que se traduce en al menos nueve meses más de plazo. De hecho, EH Bildu llegó a plantear que se reiniciaran los trámites si estas «modificaciones de calado» se confirmaban. El Ayuntamiento, por lo que han trasladado desde el equipo de gobierno, no podía permitirse el lujo de, por un lado, pedirle a Mercedes que esperase todo ese tiempo con una inversión de mil millones de euros por detrás y con aportación de fondos europeos, y exponerse a que Elkarrekin Podemos le retirase el apoyo ante un Plan General distinto.
Este escenario condujo al Gabinete Etxebarria y a la formación morada a pisar el acelerador para encauzar la aprobación provisional del Plan General, con algunas incorporaciones como la posible construcción de pisos en Marianistas, la ampliación de los bloques de la plaza del Hospital y la reconversión de los edificios de Telefónica en uso terciario. En el aspecto industrial, han optado por responder a las «demandas reales» y esperar a ver cómo se plasman las posibles necesidades futuras. Pese a que existe cierta comprensión por parte del sector empresarial por la envergadura de los proyectos de Mercedes y Basquevolt, advierten de la necesidad de una mayor oferta industrial de cara al futuro para no frenar el desarrollo. En esa línea también se muestra el PP, que advirtió de que el acuerdo «hipoteca el futuro de Vitoria». No obstante, el equipo de gobierno cree que aún «hay colchón» entre el suelo que ofrece que existe ahora y el que plantea el futuro Plan General tal y como está.
es el año en el que está prevista la aprobación definitiva del nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU).
Quedan algunas parcelas en Júndiz, el polígono de Foronda se podría activar y existe un plan de regeneración de Betoño y Gamarra a largo plazo. La principal novedad del Plan General pasa por facilitar el crecimiento de las naves en vertical.
años de vigencia acumula el Plan General actual, aprobado de forma definitiva en 2003, aunque su redacción es anterior. El documento, sin embargo, se elabora con la previsión de que dure unos 8 años.
Las aportaciones de SEA, Cámara de Comercio y la propia Diputación abrieron la reflexión en el equipo de gobierno, que ha optado por acelerar para «asegurar» la inversión de Mercedes. Ese movimiento ha dejado en 'stand by' aumentar la reserva industrial.
hectáreas puso sobre la mesa el equipo de gobierno que podrían convertirse en industriales, además de las ampliaciones previstas. Incluirlos en el Plan General habría supuesto reiniciar la tramitación.
El concejal de Urbanismo, Borja Rodríguez (PSE), admitió el jueves que «si hay demandas de suelos industriales se estudiarán con el objetivo de favorecer la industria de nuestra ciudad», y remarcó que el Plan General «no es un documento estático» en relación a las múltiples modificaciones que ha acumulado la norma actual, vigente desde 2003. Artolazabal, por su lado, reconoció que habría apostado por una mayor oferta industrial. «Habríamos sido más ambiciosos, pero hemos actuado desde la responsabilidad», afirmó.
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Elkarrekin Podemos, por su lado, niega que se opusiera a incluir más suelo industrial para facilitar el acuerdo. «Priorizamos que se consuma el suelo que existe pero si llega una empresa o un proyecto que no coincide con lo que tenemos, se puede estudiar», afirman desde la formación morada. «No vamos a ser un impedimento para el desarrollo industrial», insistieron. El próximo paso para que el nuevo Plan General vea la luz pasa por la aprobación provisional antes de que finalice el presente año. Su visto bueno definitivo está previsto para el verano del próximo ejercicio. A pesar de que su vigencia estimada es de unos ocho años, la última revisión lleva más de veinte en vigor.
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