La Red Foral de Museos de Álava mantuvo cuatro de cada diez visitantes en 2020

En total, 55.657 personas visitaron alguno de loscinco museos de la Red Foral, así como los yacimientos de Iruña-Veleia y La Hoya durante el año que se deja atrás, lo que supone un supone un 44,5% respecto al año anterior, cuando se registraron 125.191 personas. En este sentido, desde el departamento de Cultura de la Diputación de Álava valoran positivamente las cifras. Son «moderamente buenos», en palabras de la diputada Ana del Val. Los meses de mayores visitas fueron lógicamente enero y febrero, antes de que la pandemia condujera al confinamiento domicilario.

Por museos, el BIBAT (Museo Fournier de Naipes y el Museo de Arqueología) tuvo 20.988 visitas, muy lejos de las 57.264 de 2019. Es uno de los que sufre un mayor descenso. «Su descenso más acusado se puede deber a su ubicación, puesto que la Cuchillería es una calle eminentemente turística y de ocio, y la pandemia ha afectado muchísimo a estas dos actividades», indican fuentes forales.

Por el Museo de Bellas Artes pasaron 11.284 visitantes, principalmente vitorianos, el 42,3% respecto a 2019. El Museo de Ciencias Naturales (7.962) mantuvo la mitad de visitantes con diciembre como el mes en el que se empieza a recuperar el ritmo de visitas previos a la pandemia superando los 1.000 visitantes.

Por su parte, la llamativa colección del Museo de Armería (9.437) sirvió para retener el 57,4% de visitantes. La Sala Amárica (2.301) ha mantenido el 50% de sus visitas respecto a 2019 con octubre como el mes que registró un pico registrando 538 personas. El yacimiento de La Hoya ha tenido 3.307 visitas en 2020 frente a las 5.626 que recibió en 2019 y el yacimiento de Iruña-Veleia ha tenido 2.679 visitas, un 89% respecto al anterior ejercicio. «Por su ubicación reciben normalmente más visitantes locales, lo que explicaría un menor descenso», cuentan desde el departamento de Cultura. «Esto es más evidente en los casos de Ciencias Naturales y Armería, donde por sus características temáticas y dimensiones, han funcionado mejor las visitas locales, especialmente de público infantil, que ha aprovechado la falta de otras actividades de ocio para redescubrir estos museos y de paso arrastrar hasta ellos a sus mayores».

Este balance se suma a las cifras del Artium, centro de referencia del arte contemporáneo que dio a conocer sus datos la semana pasada, registró el año pasado 27.560 visitantes, un 30% con respecto al año anterior, cuando abrió sus puertas para casi 91.550 personas. Los factores que explican esta caída se repiten: limitaciones en la movilidad y la suspensión de las actividades escolares, así como de las visitas de grupos.