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La Stratocaster de Jimi Hendrix 'maúlla' con 'All Along The Watchtower' desde los altavoces de la sala de estar de Alfonso Aranburu. Un amplio espectro ... de matices sonoros de rock psicodélico que solo se pueden apreciar gracias al formato analógico único que representa el disco de vinilo, que gira a buen ritmo en Vitoria, donde afloran coleccionistas y comercios especializados en este producto casi de culto. El tacto de las portadas, el siseo del 'tocata'... Son algunas de las románticas facetas que valora este vitoriano, fanático de este soporte con una colección de más de 5.000, de ellos unos 1.200 de los Beatles. «El vinilo te fuerza a entrar en contacto con la música de otra manera. Lo abro, lo saco de la funda, lo coloco, le paso el cepillo para el polvo, lo pincho. Es un ritual», describe este animador sociocultural rodeado de fotos y pósters de John, Paul, Ringo y George. A través de los LPs, EPs o singles no solo se escucha música, «se entra en contacto con una obra de arte; es una celebración, estás celebrando la creación del artista. Es un concepto, una forma de acercarse a la música con muchísimo más respecto, es muy físico», reflexiona Aranburu. Se enganchó en la adolescencia, y hoy atesora auténticas joyas de colección.
Da igual si son apasionados de toda la vida o nuevos aficionados que desempolvan el plato y quieren rescatar su vieja compilación de álbumes, lo mismo adultos que chavales, los nostálgicos del vinilo se abren paso. «Siempre ha habido gente que ha seguido consumiéndolo a la hora de comprar un formato físico musical, y de unos años hacia aquí está habiendo un pequeño auge de gente que lo retoma o que ni lo había conocido pero que ahora empieza a disfrutar de ello», analiza Roberto López Alducin, responsable de la tienda de vinilos Old Tower Stuff, que abrió en la Cuesta de San Vicente, 3 hace menos de un año.
«Tenía la oportunidad y vi que era un buen momento y que podía funcionar». Con una oferta de varios miles de ejemplares, sus estantes albergan títulos de todos los géneros; mucho rock and roll de los años 60, 70, 80 y 90s, también metal, pop o música negra, y destaca la música jamaicana, con la que «trabajo muchísimo».
¿Cómo se explica el éxito del vinilo en la era de Internet y la piratería? «Como formato, por un lado, a la hora de escuchar en casa el físico portátil ya no se usa debido a las descargas y el móvil, y por otra parte el vinilo es más duradero y agradecido con el tamaño para el arte gráfico, y el sonido, dentro de una lógica, es bastante más amplio al ser analógico», argumenta el titular de este comercio que el pasado mes celebró el Record Store Day -jornada internacional de apoyo a las tiendas de discos independientes- con un concierto acústico de Dr. Sax y la venta y exhibición de novedades discográficas editadas para la fecha. Entre ellas, el 'Diversiones' de Soziedad Alkoholika, «que solo estaba en formato cedé», 'Moods of Pablo' de Pablo Augustus, «con los colores de la bandera jamaicana», un single de Johnny Cash cantando en castellano o la reedición del primer álbum de Mónica Naranjo en 'picture disc', es decir, con la foto de la portada impresa en el vinilo.
Los amantes del elepé proliferan en la ciudad, no solo los coleccionistas, «también gente joven», constata por su parte Nagel Nalda desde la tienda Vinylora (Correría, 19). «Sabíamos que está resurgiendo, por eso hemos abierto. Llevamos unos meses y nos hemos visto sorprendidos», cuenta el encargado, a quien 'escolta' tras el mostrador un gran póster de Lemmy Kilmister. «Huyendo un poco de esa leyenda del mejor sonido, del vinilo me gusta el 'rollo' de ponerlo, quitarlo, darle la vuelta, coger la portada, que la puedas poner en la pared... La ceremonia de escucharlo. Yo escucho un montón de música en 'streaming' en el móvil y creo que son formatos complementarios, uno te vale para la calle pero en casa tendría que ser de otra manera, se le saca mucho más jugo a un vinilo escuchando cada canción, aprendiéndote los títulos...», valora mientras suenan de fondo notas de jazz, género «con notable salida, y también el reggae». Txiki, hermano de Nagel, propone piezas como el 'Appetite for Destruction' de Guns N' Roses «con la portada original» (fue censurada) o el famoso directo de James Brown en el Apollo, a la venta en este espacio que también acoge conciertos.
La progresión del vinilo sorprende a los expertos en el sector. «Se ha puesto de moda, de repente todo el mundo quiere volver a hacerse la colección de discos de la que probablemente se deshizo en su día», plantea Montserrat Martínez, responsable de la Feria de Coleccionismo Discográfico y Cinematográfico que recala anualmente, desde hace más de 15 cursos, en Dendaraba.
Título: Appetite for Destruction' (1987), con la portada original.
Precio y tienda: 40€, en Vinylora.
El álbum: Cofre de 11 EPs 1963-1964 de edición limitada.
Precio y tienda: 300€, en Vinylora.
Título: 'Moods of Pablo'.
Precio y tienda: 27€, en Old Tower Stuff.
Título:'Diversiones'.
Precio y tienda: 23 €, en Old Tower Stuff.
PRecio: A destructive element', directo de 1973 en Birmingham.
Precio: 90€, Feria de Coleccionismo.
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