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En el último estudio de hábitos de lectura del Gremio de Editores de España asoma un dato positivo que asombra a la mayoría: la lectura infantil ha crecido dos puntos, hasta el 88,8%, entre los niños de 6 a 9 años que leen libros aparte de los de texto. Sin embargo, a los 15 años se reduce notablemente esa costumbre, hasta el 50,3%. En el Colegio San Viator son conscientes de que una de las tareas que tienen los profesores es la de hacer atractivas las letras para que no sea algo pasajero. Para ello, el centro de enseñanza puso en marcha hace unas semanas una novedosa iniciativa para transformar los pasillos y aulas en una especie de Hogwarts, esa escuela de magia ideada por J. K. Rowling, y así celebrar ayer el Día del Libro con las páginas del primer tomo de la saga, 'Harry Potter y la Piedra filosofal', además de cuentacuentos para los más pequeños y un intercambio de títulos.
«Me encantan los libros clásicos y de aventuras», contaba con desparpajo Martín Ortiz, de 11 años, mientras mostraba en una mano 'La vuelta al mundo en ochenta días', de Julio Verne, y en la otra sujetaba una varita mágica, realizada en la asignatura de educación artística (con el palo de un pincho moruno, silicona y pintura). Ese era uno de los 800 libros que los alumnos llevaron y pusieron a disposición del resto. En su lugar, Martín dejó sobre una mesa a la entrada 'Los Futbolísimos', una de esas historias de humor y misterio más populares del momento. «He cogido 'El código del Dragón' porque me parece muy interesante y tiene muy buena pinta», afirmaba también Maider González a primera hora de la mañana, mientras Paula Hernández narraba que uno de los mejores momentos más divertidos en el colegio, decorado con multitud de detalles de la saga de Harry Potter, tuvo lugar el pasado viernes. «Hicimos el Sombrero Seleccionador en el salón de actos». En esa simulación, respetando los grupos burbuja, los profesores colocaron un sombrero rugoso sobre sus cabezas para determinar a qué casa mágica (Gryffindor, Hufflepuff, Ravenclaw o Slytherin) pertenecía cada estudiante y fue una de las actividades más atractivas para los alumnos. «¡Me tocó Hufflepuff, el equipo que quería!», comenta ilusionada.
Todas estas actividades han sido impulsadas por el renovado plan lector del centro, ese programa destinado a fomentar el gusto por la literatura. En él se han implicado profesores de diversas materias. En Educación Física, por ejemplo, el deporte de la semana ha sido el quidditch, un deporte inspirado también en el mundo mágico de Rowling.
Las responsables del proyecto, Estíbaliz Sáenz del Castillo y Elena Murguía, comentan que la juventud del profesorado ha favorecido a que todos se «impregnen de la magia de Hogwarts». También el equipo docente celebró el Día del Libro con un intercambio de títulos. Conscientes de que no hay una receta mágica para fomentar la lectura han matriculado a Harry, Hermione y Ron como compañeros de aula.
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