La venta de tests de antígenos se dispara de nuevo en las farmacias

Cenfarte, una de las mayores distribuidoras de medicamentos de Euskadi, corrobora la impresión de algunos profesionales. Según sus datos, en esta primera semana de mayo llevan vendido la mitad de lo que distribuyeron a la farmacias vascas en mayo. Todavía no han alcanzado su techo de ventas, que registraron el pasado enero con el pico de la sexta ola, pero en abril se incrementaron un 59% con respecto a los resultados de marzo. La tendencia, auguran, se mantendrá al alza en las próximas semanas.

Desde el Colegio de Farmacéuticos de Álava, su presidenta, Milagros López de Ocáriz, apunta que el aumento de venta de test se está comentando entre los profesionales, «La demanda de test va en función del comportamiento de la población. Después de unas vacaciones, de la celebración de fiestas o eventos, cuando ha habido más contactos entre las personas, aumenta la demanda de forma puntual. Hay un goteo continuo».

El mismo que ya han empezado a notar en boticas como la de Marta Gamarra, en el barrio de El Batán. Mientras confirman que la venta de mascarillas continúa su lento descenso, «esta semana se ha empezado a notar una subida en la venta de test», indica esta farmacéutica que empieza a notar que llegan más personas con sintomatología compatible con la covid. «No sabemos si son positivo porque no nos dicen el resultado». Y aunque, con la ley en la mano, el confinamiento ya no es obligatorio, sí pide cuidado. «Cada uno tiene la responsabilidad en sus manos».

Y es que hay muchas personas vulnerables. Mayores con patologías crónicas que desconocen como les puede afectar un contagio. En ese sentido, los farmacéuticos alaveses están aliviados de que el tapabocas continúa siendo obligatorio dentro de las boticas. «Aunque la hubieran quitado aquí, la hubiera seguido utilizando. Por aquí pasa mucha gente y no deja de ser un sitio cerrado», aprecia desde el otro lado del mostrador con FFP2, Izaskun Ramírez de Lafuente.

La farmacéutica Amaia Gortázar suscribe las apreciaciones de sus compañeros. A su juicio, el virus está contagiando a los vitorianos que han aprovechado las fiestas para salir. «Viene mucha gente que ha estado de viaje», aprecia. También hay quién ve que empieza a caer aquellos que todavía no habían pasado la infección y que han sido muy cuidadosas con las medidas preventivas. «Más tarde o más temprano todas nos acabaremos contasgiando», dice con cierta resignación Leticia Santamaría. Por esto, la mayoría coincide en la medida que se ha mostrado más eficaz hasta el momento: la mascarilla.