De la basura al escaparate

«Pero, ¡si esto parece nuevo!», exclama una mujer, que se asoma a descubrir la nueva tienda, la primera de estas características en Euskadi. Su estética está cuidada, los productos aparecen organizados con sentido e incluso podría decirse que han sido confeccionados por artesanos, que son exclusivos, o que pertenecen al sector del lujo. Hay aparadores, sillas, sillones, cuadros de arte, jarrones, mesillas... Hasta hace poco, todos ellos eran residuos.

Koopera –que ya tiene cuatro tiendas de ropa utilizada repartidas por toda la ciudad– junto con Emaús, recuperan, reciclan y, de paso, crean empleo social. La iniciativa está vinculada al servicio de recogida de voluminosos que el Ayuntamiento puso en marcha hace un año a través de un contrato de 4 años y con un presupuesto de 6,2 millones de euros. Hasta ese momento, era un trabajo del que se encargaba la empresa de limpieza de la ciudad. Ahora se trata de un actuación especializada en la recogida a demanda en la vía pública (de 19 a 22 horas, con aviso previo) y que también hace acopio de objetos de gran tamaño que son dejados en la calle.

Si bien al mes suelen recibir una media de 1.400 peticiones para retirar enseres, el 60% de las recogidas siguen siendo de productos abandonados. «No cuesta nada hacer una llamada. La concienciación ciudadana es el primer paso para que se pueda dar ese cambio», explican desde el Ayuntamiento. Con todo, el objetivo de crear un servicio específico es «mejorar la gestión de estos residuos que, por sus dimensiones, peso u otras características, impiden su recogida mediante contenedores», añaden.

Además, «cada producto que recogemos sin que toque la calle hace que seamos más productivos porque no se estropeará, ni, por lo general, hará falta restaurarlo» más teniendo en cuenta las situaciones climatológicas de lluvia o nieve propias de esta época, destacan los responsables de esta acción en Koopera. La persona que dona recibe un mensaje SMS con la información básica de la cita, «como si se tratase de uno de Osakidetza», simplifican.

El nuevo establecimiento de Canciller Ayala (antes fue una tienda deportiva) sirve ahora para «que se cierre el círculo de consumo» y se consiga, a largo plazo, un total de cero residuos. Con precios que, además, son asequibles. Desde los 15 euros por una mesilla de madera hasta 80 por un sofá de dos plazas. Productos que parecen casi de estreno. «Lo que se pretende es lavar la segunda mano para que parezca de calidad». En la mayoría de casos, lo es.

Para deshacerse de los objetos voluminosos se debe llamar al 945200020 o enviar un correo electrónico a koopera@emausnet.org. Dejar los enseres en la calle a cualquier hora y sin haber pedido cita, conlleva una multa o sanción de hasta 750 euros, recuerdan desde el Ayuntamiento.