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Martes, 17 de septiembre 2019, 20:18
Los números no engañan. Este pasado lunes se recogió menos uva que una semana antes, cuando lo lógico es que a medida que avanza septiembre la vendimia vaya generalizándose. Hace dos días se recolectaron 2,6 millones de kilos en la Denominación Rioja, mientras que ... siete días antes fueron 2,9 millones, según los datos del Consejo Regulador. La cosecha se ha ralentizado y se aprecia también en Rioja Alavesa con la entrada de uva en las bodegas: casi 350.000 kilos el 9 de septiembre y solo 83.000 este último lunes.
La meteorología respetó la celebración de la fiesta de la vendimia en Baños de Ebro pero a partir de primera hora de la tarde el cielo comenzó a nublarse en la comarca vitivinícola hasta que ya descargó con fuerza. Se registraron más de 20 litros de agua por metro cuadrado en zonas de Laguardia, Elciego o Leza. Y estas lluvias condicionaron el arranque de semana en Rioja Alavesa porque el lunes fue una jornada «perdida» en los viñedos, lamentaban los agricultores y bodegueros que, en muchos casos, ya tenían todo preparado para adentrarse en el trabajo más importante del año.
«Pero hoy (por ayer) la imagen en la comarca ha sido otra. Ya se han visto tractores en las carreteras y en el campo. No queremos dejar pasar más tiempo», aseguraba ayer a EL CORREO José Antonio Ugarte, responsable de viticultura de la Unión Agroganadera de Álava (UAGA). Con lo que a lo largo de esta semana la vendimia de variedades blancas se generalizará al sur del territorio.
Los últimos informes de maduración de la uva elaborados por la Diputación ya precisan que en el caso de la viura los valores, conforme a los análisis realizados, recomiendan ya la vendimia. El estado vegetativo y sanitario del viñedo y del fruto sigue siendo «óptimo», algo en lo que coincide también el Consejo Regulador. Pablo Franco, jefe de los servicios técnicos del máximo organismo de la Denominación Rioja, destaca la «evolución de grado alcohólico probable y una acidez adecuada».
Inestabilidad meteorológica
Pero dadas las «inestabilidades meteorológicas», recomienda «mantener la atención en la evolución sanitaria del viñedo», para que llegue en las mejores condiciones de equilibrio al final de la maduración. Las últimas lluvias han permitido engordar el peso de las bayas, sobre todo en Rioja Alavesa y Rioja Alta, pero al mismo tiempo la maduración se ha frenado. El agua ya no es bienvenida en la tierra del vino. «Ahora no la queremos ni ver», reconoce Miren Martínez, de Bodegas Luberri de Elciego, preocupada también por los efectos de las altas temperaturas. «No refresca por la noche y eso no es bueno para la maduración. Ahora los calores pueden favorecer el desarrollo de enfermedades como la botrytis», explica.
Estos recientes episodios meteorológicos «modifican las condiciones de campaña», asegura David Castro, viticultor de Elciego y que gestiona una red gratuita y privada de alerta de mensajes con 4.000 usuarios a través de WhatsApp a los que presta asesoramiento. «Cada viñedo es distinto con lo que habrá que estar muy atentos a los cambios y pendientes de cómo puede afectar el tan temido hongo», apunta.
Eso sí, nadie quiere ser alarmista en Rioja Alavesa porque el viñedo no está tan cargado de racimos y los granos están más sueltos. La ilusión por tener una vendimia histórica en cuanto a calidad sigue viva.
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