Vecinos de la zona del campus piden que se abra el parking en verano y fines de semana

El problema viene de lejos. En su momento, alumnos y profesores se quejaron ante la universidad de la escasez de aparcamientos. Situación que se agravó con la implantación de la OTA en San Cristóbal, lo que les afectaba directamente. La UPV decidió entonces vallar el aparcamiento, dado que se encuentra en terrenos del propio campus. El acceso está limitado estudiantes, profesores y trabajadores de la universidad, principalmente.

Los pases los facilita la propia gerencia universitaria y establece algunas preferencias. Por ejemplo da prioridad a aquellos que no tengan permisos para otros aparcamientos. También a los que viajen en conjunto en un mismo vehículo. El horario de reserva va desde las siete de la mañana a las diez de la noche.

Pero una vez resuelta la problemática con la comunidad universitaria, ahora los afectados son los vecinos, a los que la OTA no ha solucionado totalmente el problema de aparcar. «Durante los fines de semana y verano el parking debería estar abierto», propone Itziar Armentia, una residente del barrio. De la misma forma, Aitor Atxaerandio, estudiante de doctorado y beneficiario del cierre del parking, comenta que su apertura durante los sábados y domingos, así como en verano, puede ser una medida «muy positiva» y «lógica». «A nosotros, y al colectivo del campus, apenas nos afectaría porque aquí no hay actividad en esos periodos» .

Las tarjetas de OTA, recientemente implementadas, garantizan aparcamientos a los vecinos cerca de sus casas, pero algunos residentes señalan que en ocasiones existe tal saturación que deben acudir a zonas cercanas, como el Batán. «Ya nos ha pasado en alguna ocasión. A veces todo esto se llena de coches y suponemos que la implantación de la OTA será conveniente, pero no sabemos seguro si será positiva o negativa», puntualizan dos miembros de la familia Fernández.