Vecinos de Yécora recurren a la Justicia para paralizar la reforma de su travesía

Y es que el Ayuntamiento considera que la reforma de la travesía es una alternativa más inmediata -incluso consta entre los planes inmediatos del Departamento de Infraestructuras Viarias y Movilidad de la Diputación- frente a la construcción de una nueva carretera de circunvalación. El actual Gobierno municipal no renuncia a ninguna de las dos opciones, pero no quiere dejar pasar ninguna oportunidad para mejorar el tránsito de los 1.700 vehículos que cada día se mueven entre la Montaña y Rioja Alavesa.

Pero muchos vecinos de Yécora defienden la variante y hace veinte años lo dejaron claro en una consulta popular. «La travesía como está hasta ahora no ha provocado ninguna víctima mortal. La mejora del pavimento y el aumento de la visibilidad sólo provocará que algunos pisen más el acelerador», avisó su presidente, José Javier Íñigo, quien consideró que la reforma de la carretera actual es un «parche inútil» que tan sólo servirá para tener «aceras muy bonitas». «Si se ejecuta la travesía, la variante nunca se hará», alertó Íñigo, quien cree que sacar el tráfico del casco urbano sí que serviría para beneficiar a la actividad económica del ayuntamiento.

En su intervención ante las Juntas Generales, la plataforma insinuó que detrás de la apuesta por la travesía en vez de la circunvalación existen intereses personales. «Se podría mirar quiénes son las personas que estarían afectadas por el trazado de la supuesta variante y a partir de ahí se podrían sacar conclusiones», afirmó su secretario general, Javier López de Viñaspre.

Ayer también asistieron a la Cámara alavesa tres miembros del equipo de gobierno de Yécora. El alcalde, Rafael Fernández, hizo un relato cronológico de cómo ha evolucionado este proyecto y subrayó su preocupación por el actual estado de la A-2126. «Existen discrepancias en cuanto a cómo solucionar esta situación, pero nadie ha puesto en cuestión que vivimos una situación de inseguridad diaria», subrayó. Y es que la travesía tiene un ancho de 5,5 metros, carece de aceras perimetrales y en algún tramo es imposible que circulen dos camiones al mismo tiempo.

«Esto no es elegir entre travesía o variante, sino entre inseguridad a largo plazo o seguridad a corto», expuso Aitor de la Villa, concejal del equipo de gobierno municipal. «Nosotros no estamos en contra de la variante, pero nos encontramos ante un problema acuciante. Los peatones caminan por la calzada con una peligrosidad alta y eso nos lleva a actuar. Tanto para el peatón como para el coche será más seguro», ahondó De la Villa.