Vecinos de Trespuentes: «URA sigue sin limpiar los cauces»

Durante esta madrugada, la Agencia Vasca de Meteorología ha ido informando sobre la situación en los ríos vascos. En el caso de Álava, se está prestando especial atención a la cuenca del Zadorra. Poco antes de las diez de esta mañana se ha comunicado que el río ha subido al nivel naranja a su paso por la estación de Etura. En Abetxuko y Ozaeta el río ha subido al nivel amarillo.

Mientras se monitoriza la evolución de los cauces se van produciendo algunos pequeños desbordamientos en los puntos habituales. Es el caso del parque situado en la ribera del Zadorra, una zona especialmente habilitada para acoger inundaciones. Iñaki Arberas, vecino del barrio, es uno de los que se dejaba ver por la zona desde primera hora de la mañana. «Acabamos de salir y ya hemos visto que sube el nivel del río. Habrá que estar atentos a la jugada, porque ya se han inundado algunos columpios. A mí nunca me ha llegado el agua a casa, pero a otros vecinos sí. En 2021 sí que lo pasamos mal».

Otro de los puntos 'críticos' cuando se producen este tipo de episodios meteorológicos es Trespuentes. Aitor, residente en la localidad alavesa, se mostraba crítico con una situación que se repite una y otra vez. «He cruzado el puente para ayudar a unos vecinos a llegar al pueblo. El autobús no les puede cruzar. URA (la Agencia Vasca del Agua) sigue sin limpiar los cauces, hay muchos lodos y ramas. Le he pedido a un amigo que les cruce con el tractor. Una persona viene a cuidar a un familiar y otro viene al pueblo, que es vecino. Si no estuviese este compañero, les habría pasado yo con el tractor», cuenta a EL CORREO.

Los dos vecinos 'salvados' en Trespuentes de los que habla son Pedro Mari Caicedo y Angie Castillo. Venían a la localidad desde Vitoria con Alavabus, pero el servicio foral de autobuses no ha podido llegar al pueblo. «Hemos intentado ir por otra zona que conozco pero no hemos podido. Le he llamado a Aitor a ver si nos podía solucionar el problema». Y gracias al tractor de otro vecino han podido cruzar los dos.

Angie va a cuidar de un anciano de la localidad. Habitualmente se acerca en coche, pero hoy tenía que coger el autobús. Y el conductor ha sido claro: «O hasta aquí o tenemos que volver a Vitoria». Han decidido jugársela. «Esto nunca lo había visto. De no ser por el tractor no sé cómo habría llegado», relata antes de juntarse con Aitor y adentrarse en el pueblo. En el puente, la carretera está cortada a ambos sentidos. En el lado que viene de Villoria, un tractor trata de drenar agua. Aunque la corriente del río Zadorra fuera de su cauce ya tiene unos diez centímetros de altura, muchos conductores hacen caso omiso del corte y siguen cruzando al otro lado del río.

Mientras tanto, entre Estarrona y Mendoza se puede circular con normalidad, pero a ambos lados de la carretera se acumulan grandes balsas de agua. Una vez más,esta margen del aeropuerto vuelve a sufrir las arremetidas de las inundaciones. En Asteguieta, la situación se presenta bastante mejor; apenas se ha salido el Zadorra.

En el concejo de Ezkerekotxa, en Iruraiz-Gauna, es el arroyo Etxabarri el que tiene en vilo al vecindario. Cerca de su cauce vive Juan José Lekuona, el párroco del pueblo. A sus 96 años conoce bien este riachuelo, afluente del Zadorra, ya que vive en este concejo desde hace 63 años en una casa familiar junto a su hermana Nati. La visita de EL CORREO le sorprende leyendo sobre un profeta «para mantener la cabeza activa». Sobre la mesa, junto a sus papeles, un ejemplar de este periódico.

Anoche cuenta su hermana que «llovió mucho», pero Juan José explica que no sabe exactamente cuánto porque no ha salido de casa a revisar el pluviómetro con el que mide las precipitaciones semanalmente. «El año pasado el río estuvo seco, pero es que crece mucho y muy rápido». Los hermanos han pasado la noche «preocupados, pero no del todo, porque ya tenemos el río bastante bien canalizado». Lo peor, rememora, fue «hace 40 años» cuando el agua rozó la casa. Sale, revisa que la huerta y el perro de la familia (Zar) está bien y se vuelve para dentro de casa. «Qué frío hace», dice Nati.

En Zambrana, según su alcaldesa, Trinidad Zarza, la confluencia entre el Zadorra y el Ebro no ha puesto en aprietos al municipio. El agua sigue dentro de sus cauces en el entorno del pueblo.