Ariznabarra lamenta la eliminación de una de sus paradas de autobús como consecuencia de la implantación del BEI. Los residentes han realizado una petición escrita a Tuvisa para que rectifique y vuelva a poner a disposición de los vecinos la marquesina que se ubicaba ... en la intersección de Castillo de Ocio y Fontecha. Ahora ha desaparecido al paso de los trabajos de implementación del bus eléctrico, que recorrerá la línea periférica, cuyos pasajeros podían bajarse en esta extinta marquesina. En ese sentido, el perjuicio se expande a la línea 6, que también se ve afectada por la eliminación de esta parada. «El Ayuntamiento alega motivos técnicos para la supresión de esta parada del BEI, pero no debe afectar al resto de servicios para los más mayores de nuestro barrio», critica Justo Sánchez, presidente de la asociación de vecinos de Ariznabarra.
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La supresión de esta marquesina intermedia se debe a la proximidad con las otras dos paradas del barrio en las que dará servicio el BEI, para cuyo funcionamiento se necesita una distancia mínima entre paradas. «Las dos paradas vigentes estarán más centradas en los dos cruces con las calles Aretxaga y Castilla. El sistema de guiado automático del bus eléctrico requiere que los metros anteriores a la parada sean rectos, lo que obligaba a desplazar Castillo de Fontecha/Ocio a menos de 200 metros de la ubicada en Portal de Castilla», justifican técnicos municipales.
El barrio de Ariznabarra conoció el pasado verano que contará finalmente con dos paradas del bus eléctrico en lugar de las tres que contemplaba el proyecto inicial. Una decisión que en su momento ya «decepcionó» a los residentes. La asociación de vecinos de Ariznabarra consideraba este apeadero el «más importante» del futuro servicio y cifran en 4.000 la cantidad de personas que no disfrutarán de este punto para la subida y bajada de viajeros. La parada descartada era un punto intermedio en Castillo de Fontecha, la principal arteria del barrio por donde circulará el BEI, que sí mantendrá los otros dos apeaderos, a la altura de las calles Aretxaga y Portal de Castilla. Y su desaparición ahora se extiende a la línea 6. Su presidente, Justo Sánchez, denuncia que esta supresión afecta «a donde hay más personas mayores, quienes tienen problemas de movilidad».
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