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Los vecinos del barrio de Abetxuko fueron unos de los que más de cerca sintieron este martes por la noche la nube tóxica que se ... propagó por un incendio de «grandes dimensiones» en una planta de reciclaje situada en la calle Artapadura, en la zona industrial de Arriaga, en Vitoria. Con el fuego ya casi sofocado, los residentes de esta zona han elevado el tono y anuncian que reclamarán al Ayuntamiento «más medidas» cautelares por su cercanía a ésta y otras empresas, que en su día a día le obliga a soportar «muchísimos olores desagradables».
«Con la industria que tenemos alrededor, el Consistorio tendría que estar más encima, ser más precavido. No es normal tener este tipo de negocio tan cerca de viviendas y del centro urbano. Nos hemos habituado a las consecuencias que nos traen, pero no tiene por qué ser así. Quizás no deberían estar ahí», trasladan portavoces de la asociación vecinal del distrito, Uribe-Nogales, a EL CORREO.
En la mañana de este miércoles todavía están conviviendo con una especie de neblina, que ya les empezó a preocupar ayer por la noche por el «viento sur» que soplaba en la capital alavesa, tras una jornada calurosa en la que se llegaron a más de 24 grados de máxima. «Nos lo estamos comiendo todo», sentencian preocupados.
Tan pronto como empezaron a desatarse las llamas, los residentes del barrio se pusieron rápidamente en contacto entre ellos para compartir la situación que vivía cada uno. Algunos de esos afectados relataron a este periódico que allí se percibía en las últimas horas del día un «olor muy fuerte, como a plástico quemado». «Nos hemos puesto muy nerviosos. Por suerte, sabemos que a estas horas no hay mucha gente en la calle, la mayoría estamos en casa. Pero, ¿cómo nos va a afectar esto por la mañana?», se preguntaban.
Ya esos mismos testigos apuntaban hacia la proximidad que había entre la planta de reciclaje y el núcleo urbano. «Tener esta empresa tan cerca y que esté tan próxima también a gasolineras...», deslizaron. «Si tarda mucho en apagarse, nosotros sufiremos lo peor», afirmaban inquietos.
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