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Alumnos que llegan tarde al examen, pacientes obligados a pagar un taxi para no perder su cita médica, empleados que se retrasan a la entrada del trabajo... Son algunas de las situaciones que viven los vecinos de Abetxuko cuando el servicio de tranvía sufre ... interrupciones. Los residentes de este barrio ubicado a 4,2 kilómetros del centro de Vitoria denuncian que pagan «104 euros más al año» por este transporte público en comparación con el precio del autobús urbano y censuran que cada vez que el metro ligero falla, el protocolo por el que Tuvisa debe proporcionarles un servicio de lanzadera para poder completar su trayecto no funciona correctamente.
«Los cortes del tranvía son mensuales», ha expuesto Óscar González, el portavoz de la asociación Uribe Nogales durante el turno popular del pleno municipal en el que ha detallado que «tardamos en llegar al centro 15 minutos en bicicleta, 19 en coche, 23 en tranvía y 52 andando, el transporte es un hándicap». El colectivo, que ha presentado una moción para volver a reclamar al Ayuntamiento, como viene haciendo en los últimos años, un servicio de autobús urbano que dé solución a su problema con el transporte público, ha descrito que los cortes del tranvía suponen esperas que obligan a los escolares a ir corriendo a por las bicis para salir «disparados al colegio» o a los residentes a buscar vehículos particulares para poder trasladarse a su destino.
Con el sobrecoste que pagan por el billete de tranvía (cien euros más al año), a los 3.000 vecinos de este popular barrio «nos da para pagar varias líneas de autobús», ha reseñado el representante vecinal, quien también ha recordado que su barrio se quedará fuera del recorrido del nuevo bus eléctrico. Ha recordado que algunas de las casas del barrio tienen la parada del metro ligero a más de 500 metros. Aunque la moción no ha salido adelante (con el voto en contra de PNV y PSE, el apoyo de EH Bildu y PP, y la abstención de Elkarrekin Podemos), el gobierno ha trasladado que tratarán de buscar mejoras al problema.
Según datos de Euskotren ofrecidos por la edil peneuvista y concejala de Movilidad Amaia Barredo, las interrupciones de servicios del tranvía son solo del «0,3% al 0,5%» y no se activa el protocolo de lanzadera de autobús por tres razones, una porque las interrupciones se han podido resolver en tiempos «ágiles», otra porque la «tipología de la parada» dificulta la llegada del convoy y la tercera porque el corte se debe a manifestaciones en «más del 62% de casos», por lo que el urbano también se tendría que detener.
«Comprendemos su problemática y vamos a trabajar para mejorar la atención del autobús», ha señalado Barredo, quien ha apuntado que dicho protocolo «está bien» aunque tal vez le falte ajustar mejor los tiempos en que llegan esas lanzaderas. La responsable municipal ha reflexionado que en Abetxuko tienen los «beneficios y desventajas de tener uno de los medios de transporte», igual que los beneficios y desventajas que tienen los usuarios que solo disponen del autobús. «Trabajaremos para que mejore su satisfacción», ha transmitido.
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