Las vaquillas son para valientes

Pedestales, columpios... Y hasta una bañera. Los protagonistas se han valido de todo tipo de objetos para subir los grados en el Iradier Arena. En este último número un aventado blusa se ha encargado de despertar las risas. Se le ha visto con talante, humor y poca resaca -o disimulada, al menos- de la noche previa. Unas vueltas en círculo en torno a la charca de plástico para acabar sumergiéndose de cabeza y chapotear en ella.

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«Capea libre». Han sido las palabras claves pronunciadas por parte del personal de la organización que han permitido que los blusas y las neskas cruzasen de la grada al ruedo. Había ganas, adrenalina y algo más que osadía. Tal y como manda la tradición, los chavales se han colocado tumbados a las puertas de toriles para esperar a las vaquillas. Así, con las seis becerras que han salido y que han prolongado la cita hasta las doce del mediodía. Con el carrerón de las primeras se han mostrado más precavidos y se han apresurado hacia los burladeros. Después, más confiados, han logrado formar incluso una ola entre el público para animarles. Eso sí, lo que más calentaba el ambiente eran los éxitos músicales que sonaban por los altavoces.

La novillada se ha sucedido sin mayores disgustos. Sólo algún desperfecto en el pantalón o algún roce que les ha producido algún que otro contacto con las cornamentas. Pero nada que les impida seguir por la tarde con la fiesta. La corrida se repetirá a las 18.30 horas. Además, del 5 al 9 de agosto, ya en las fiestas de La Blanca, habrá nuevas exhibiciones y juegos de Grand Prix.