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La pesadilla que la pasada primavera se vivió en las residencias alavesas de personas mayores ha dejado marcadas a sus plantillas y, por eso, la inmensa mayoría no ha dudado en inyectarse el antídoto de Pfizer y BioNTech. Según datos aportados por Osakidetza, el 84, ... 24% de los trabajadores de los geriátricos tanto públicos como privados del territorio histórico recibió la primera dosis hasta el pasado día 21. Sólo un 16% ha preferido no hacerlo. Esto coloca a Álava por encima de los niveles de Gipuzkoa, donde uno de cada cinco ha preferido no pincharse, algo similar a lo que ha sucedido en los centros gestionados directamente por la Diputación de Bizkaia.
Responsables de las residencias y representantes de los trabajadores coinciden en señalar que -como es obvio- nadie quiere volver a vivir la experiencia de hace un año, por lo que ha existido un importante movimiento a favor de la vacunación. «Aquí no hay negacionistas. Quien no lo ha hecho es porque sufre alguna alergia que lo hace imposible o tienen dudas médicas que prefieren despejar antes de recibir el tratamiento», justifican fuentes sindicales consultadas por este periódico.
En el caso de los residentes, el territorio histórico sí que vuelve a ocupar el tercer cajón del podio vasco en la carrera hacia la inmunización con un 85,2%, muy por debajo del 96% que ha registrado Gipuzkoa. Así, se calcula que 390 de los 2.600 usuarios de las residencias alavesas han rechazado el fármaco. Las justificaciones más habituales vuelven a ser las alergias, las patologías previas, la posibilidad de que hayan superado la enfermedad en fechas recientes o que su centro esté bajo la lupa por un posible brote.
La campaña de vacunación arrancó en Álava el 27 de diciembre y, pese a avanzar con paso dubitativo hasta el Día de Reyes, aceleró hasta abarcar el pasado día 21 al centenar de centros para personas mayores de la provincia. Se empezó a 'pinchar' la segunda dosis el día 17 y se pretende que concluya en la segunda semana de febrero. Todo esto, si las multinacionales farmacéuticas cumplen con sus compromisos de distribución y la 'tercera ola' se mantiene bajo control.
Los últimos datos aportados por la Diputación indican que tras sendos cribados se han descubierto dos casos en el geriátrico público de Ajuria y dos más en Sallurtegi (Salvatierra), que se suman a los catorce que permanecían en activo. Una situación que, poco a poco, va empeorando a medida que la 'tercera ola' se cuela en sus instalaciones.
Existe la incertidumbre de qué pasará hasta alcanzar la inmunidad total frente al SARS-CoV2 y mientras los positivos siguen aumentando en la calle. Ajuria, por ejemplo, fue el centro pionero en todo el proceso de vacunación y ahora mismo suma cinco casos que resultaron infectados en el periodo entre ambas inyecciones. El diputado general, Ramiro González, se ha mostrado «ansioso» porque se complete todo este proceso recogiendo así un sentimiento extendido entre el personal sociosanitario.
Porque las residencias ya suman 177 muertes desde la pasada primavera. 140 fueron durante el primer estado de alarma y las 37 restantes desde el verano. Responsables de estos centros destacan que los planes de contingencia han ayudado a bajar el ritmo de esta pesadilla, gracias a un mayor conocimiento en las medidas de aislamiento y de equipos de seguridad.
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