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Ander Carazo
Martes, 5 de diciembre 2017, 01:07
Las alternativas para renovar los presupuestos en Vitoria se agotan. Después de que el propio Gorka Urtaran haya cerrado la puerta a negociar los presupuestos con el PP si estos no cambian su postura sobre el ‘bus exprés’ y el tranvía al campus -dos de ... sus proyectos estrella-, ayer se encontró con la negativa de EH Bildu y el resto formaciones que le hicieron alcalde. Un escenario que le aboca a la prórroga presupuestaria o a modificar de manera radical su plan económico. La coalición abertzale, junto a Podemos e Irabazi, anunció ayer una enmienda a la totalidad al proyecto de cuentas diseñado por el PNV y el PSE de cara al próximo ejercicio.
«Esta iba a ser la legislatura del cambio, pero ha sido la del recambio. Nosotros hemos apostado siempre por los acuerdos, pero hemos sufrido continuos incumplimientos. Ha habido una quiebra de confianza», lamentó la líder independentista Miren Larrion, en lo que supuso un sonoro portazo al candidato que aupó a la Alcaldía hace dos años y medio. «Le damos la espalda en un momento importante para él», reconoció el portavoz municipal de Irabazi, Óscar Fernández.
Porque, de completarse su amenaza, Urtaran se encontrará por segundo ejercicio consecutivo -lleva tres en el poder- sin apoyos suficientes para sacar adelante sus presupuestos. La prórroga se vislumbra esta vez como la salida más probable, aunque el regidor tampoco ha descartado la posibilidad de recurrir a la argucia legal de la cuestión de confianza para sacar adelante su proyecto sin el apoyo del pleno, como hizo en febrero.
Pese a que el alcalde insista en su deseo de negociar, tanto el PP como EH Bildu han confesado que no han detectado esa intención en reiteradas ocasiones. Como ya había explicado Leticia Comerón, Larrion afirmó que en sus últimas reuniones con el equipo de gobierno -a las que nunca ha asistido Urtaran- no ha observado una «voluntad real de acuerdo» porque no quieren cambiar «ni un ápice de su presupuesto» que adolece de «continuismo». «Las peores sospechas de la legislatura se han confirmado con un gobierno que no está dispuesto a la negociación», lamentó Larrion.
Podemos e Irabazi, que el primer año apoyaron las cuentas de Urtaran y el pasado año se abstuvieron, contemplan la negativa como única alternativa en el tercer ejercicio. «En dos años hemos sufrido reiterados incumplimientos, mientras nos han impuesto proyectos estrellas con fines electoralistas», alegó Jorge Hinojal, de la formación morada.
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