Urtaran dice que el inicio de las obras de Uleta «no es serio» y aboga por «negociar»

La obra se encuentra ahora en una especie de impás después de que la Policía Local notificara a los responsables de la suspensión de los permisos tras cinco horas de trabajo. Los propietarios analizan ahora sus alternativas e incluso la posibilidad de acudir a los tribunales. Urtaran, por su lado, volvió a pedir «calma» a los promotores, a pesar de que el pulso que mantienen con el Ayuntamiento pasó a una nueva fase con el comienzo de los trabajos. «Hay que pensar las cosas con la cabeza, no con la víscera», subrayó el regidor.

El alcalde apeló al «diálogo» para buscar «una solución negociada y satisfactoria para todas las partes» y aparcar el pulso. Eso sí, advirtió de que actuará con «la firmeza de la defensa del bien común en Vitoria». Urtaran no ha ocultado su intención de realizar permutas (reubicar los derechos de construcción en otras zonas de la ciudad) desde que comenzó la carrera por la urbanización de Uleta el pasado verano. Sin embargo, entre los propietarios de los suelos figuran varios promotores, pero también vecinos del pueblo de Armentia.

Urtaran volvió a apelar al informe jurídico y urbanístico que el Ayuntamiento solicitó hace algunas semanas, y que debe determinar los derechos adquiridos que tienen los propietarios y, en su caso, las posibles indemnizaciones. «Si (los dueños) han sido capaces de estar sin actuar en ese sector durante 13 años, también serán capaces de esperar unas semanas a que se resuelva el recurso y unos meses para conocer de forma pormenorizada el estudio que nos permita determinar qué actuación debemos desarrollar en el sector 17», explicó el regidor.

El alcalde se refirió así a la falta de actividad que ha existido en Uleta desde 2009, cuando el proyecto de urbanización recibió el visto bueno municipal, hasta el pasado verano, cuando el Ayuntamiento comunicó su intención de convertir esos suelos en agrarios en el próximo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), en plena revisión. Los dueños reactivaron entonces los trabajos y lanzaron un concurso para su contratación, ya que entendían que contaban con los permisos en vigor desde 2009. El Ayuntamiento, por su lado, considera que los plazos están «vencidos» y que llevar a cabo las obras por fases (la Ronda Sur primero y el la urbanización después) es «ilegal».

El inicio de las obras, en cualquier caso, llegó tras meses de acusaciones cruzadas. Por un lado, el Ayuntamiento consideró una «temeridad» la intención de los propietarios de rematar la Ronda Sur, y les advirtió de que «actuará con los medios que tiene a su alcance», tal y como afirmó la concejala de Territorio, Ana Oregi (PNV). Los promotores, por su lado, denunciaron ante el juzgado el borrado «intencionado» de su expediente de contratación de obras en la plataforma del Gobierno vasco. El alcalde, por su parte, ha tratado de rebajar la tensión en los últimos meses en sus comparecencias públicas y ante los medios de comunicación. «No soy quién para anular los derechos que puedan tener reconocidos unos particulares, pero tampoco para reconocer unos derechos que no tienen», señaló en una entrevista con EL CORREO.