Urtaran, en el centro, conversa con Mariano Bayón, arquitecto del auditorio, y Ana Oregi, concejala de Territorio. IGOR AIZPURU

Urtaran aparca el auditorio y Mendizorroza hasta 2021 para priorizar la salida de la crisis

El alcalde confirma que ajustará el presupuesto para «centrarse en lo imprescindible» y admite que «el virus ha superado cualquier previsión»

Viernes, 17 de abril 2020, 15:17

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La construcción del auditorio y la reforma de Mendizorroza se verán aplazadas al menos un año por los efectos de la pandemia del coronavirus. Gorka Urtaran confirmó este viernes una decisión que se había convertido casi en un clamor por parte de los ... diferentes grupos municipales y la ciudadanía, que afronta una de las crisis más lacerantes del último siglo y que afecta a tres esferas: la sanitaria, la social y la económica. El alcalde, que advirtió durante los últimos días de que el gobierno local debía «repensar sus prioridades», concretó así la primera medida específica que afectará de lleno al presupuesto municipal. Las cuentas, que recogían una inversión superior a 40 millones de euros en nuevas infraestructuras, se rediseñarán por completo para «centrarse en lo imprescindible», tal y como advirtió el regidor.

La renuncia a acometer los primeros pasos del auditorio y Mendizorroza este mismo año era algo más que previsible. De hecho, EL CORREO adelantó que el Alavés daba por hecho el aplazamiento. Sin embargo, la comparecencia de Urtaran supuso una evidente declaración de intenciones del gobierno local de cara a un futuro inmediato y un anticipo de la demoledora transformación que sufrirá el presupuesto municipal.

Con el recorte del Fondo Foral del Fondo Foral de Financiación de las Entidades (Fofel) en «más de un 15%», el Gabinete Urtaran deberá revisar las partidas para adecuarlas a la nueva realidad que vivirá Vitoria tras la pandemia. «En su día aprobamos un presupuesto con muchos proyectos interesantes, que ilusionan a la ciudad. Pero hay que marcar un nuevo calendario. Las prioridades han cambiado en la ciudadanía. Primero, la salud. Ahora es mi obsesión», reivindicó el regidor, quien extendió los focos de preocupación a «proteger el bienestar social, adaptar la vida al próximo escenario y frenar el impacto económico».

El alcalde respondió así, en su tercer turno de palabra en una nueva comisión telemática por videoconferencia, a la insistencia de las formaciones de la oposición (EH Bildu, PP y Elkarrekin Podemos). Fueron sus portavoces quienes le exigieron que concretara el impacto inmediato del Covid-19 en los futuros proyectos, y qué nuevas aportaciones destinaría a los servicios más golpeados, como las ayudas sociales y el tejido comercial y turístico de la ciudad.

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No obstante, al margen de las «cien medidas» que contabilizó en diferentes departamentos y de su gestión desde el inicio de la emergencia sanitaria, Urtaran encajó la mayoría de las aportaciones de la oposición como constructivas y realizó cierta autocrítica en su liderazgo. «Tengo que reconocer que hemos tenido que ir adaptándonos a una realidad distinta a la anterior», afirmó el alcalde, aunque esgrimió que «esta pandemia ha superado cualquier previsión, sueño o pesadilla que hayamos imaginado». «Ninguna ciudad ni gobierno se habría imaginado que este virus paralizaría todo el planeta», señaló.

Limpieza y protección

Los aspectos más polémicos que surgieron durante las primeras semanas del estado de alarma, como la desinfección de la ciudad, la falta de equipos de protección para los trabajadores y la falta de liderazgo que le achacó le PP, centraron los momentos más tensos del debate. Urtaran, no obstante, se aferró a los diferentes protocolos de actuación, sobre todo a los del Ministerio de Sanidad y el departamento de Salud del Gobierno vasco.

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«Antes de que se detectara el primer caso en Euskadi, ya tomamos algunas medidas, pero era muy desconocida la magnitud de la pandemia», aseguró Urtaran, quien contactó con la consejera de Salud, Nekane Murga durante la última semana de febrero, pocos días antes de que se produjera el primer positivo en el Hospital Txagorritxu. El regidor recordó también que además de crear una «mesa de crisis» el 3 de marzo, decretó el cierre de colegios, centros formativos y culturales el 9 de marzo, una fecha que él mismo señaló como «punto de inflexión».

Homenaje a las víctimas

En su discurso tampoco faltaron los guiños al PSE, su socio en el Consistorio, al que se refirió de forma repetida al recalcar que las medidas las había adoptado «todo el gobierno municipal». La reiteración fue una especie de medida preventiva para que las grietas que han surgido en la relación entre la formación jeltzale y el Ejecutivo de Pedro Sánchez esquiven el Ayuntamiento vitoriano, al menos durante la fase más dura de la epidemia.

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Por otra parte, Urtaran, quien anunció un «homenaje» a las víctimas del Covid-19, expuso varios factores que explicarían por qué Vitoria llegó a tener la mayor tasa de contagio por habitante. Además del primer positivo en un «hospital concurrido» como Txagorritxu, el regidor apuntó a la «conexión directa con Bérgamo» cuando la ciudad italiana era uno de los grandes focos europeos. Además, se refirió al clima de la capital alavesa, «frío y seco», como elemento clave para facilitar la transmisión.

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