URSSA saca a subasta sus terrenos de Adurza devaluados al no ir viviendas

La tarea de hallar interesados por los terrenos, sin embargo, apunta a correr suertes muy diferentes. Si la parcela de Júndiz -una de las más grandes y atractivas del polígono industrial de cabecera en el territorio con 132.000 metros cuadrados-, despierta el interés de socios industriales y de operadores del sector inmobiliario industrial, en el Campo de los Palacios se antoja mucho más complicado dar con un comprador.

La modificación del Plan General, que el equipo de Gobierno PNV-PSE sacó adelante hace unas semanas con el apoyo de Elkarrekin, reserva esa parcela a equipamientos. Una circunstancia que hace «muy difícil» encontrar pretendientes para el espacio de Adurza. La prohibición de construir viviendas en esa ubicación «no es algo que venga bien para los interesados», aseguran esas mismas fuentes conocedoras de la operación a EL CORREO.

La situación es diferente en Júndiz. Allí hay más opciones. Los compradores pueden desde acondicionar la nave existente hasta derribarla por completo y edificar de nuevo sobre el solar. El interés por este espacio se presume mayor, aunque también existían esas expectativas durante la fase de venta directa -previa a esta subasta- y finalmente nadie presentó una oferta por los terrenos.

El precio por el que salen las propiedades a subasta es la mitad de lo tasado inicialmente. Pese a que el plan de liquidación elaborado por los administradores concursales fijaba en 12,19 millones de euros el precio de la propiedad de Campo de los Palacios y en 10,77 el terreno de Júndiz, los precios de partida en ambas propiedades son de exactamente la mitad: 6,09 millones y 5,38 millones, respectivamente.

Fuentes conocedoras del proceso esperan que el precio se acerque finalmente al de la tasación y se refieren a esa 'rebaja' como el precio mínimo que se podía ofertar para satisfacer a los acreedores de URSSA. La subasta se puso en marcha a través de un portal inmobiliario el pasado lunes y tiene de plazo hasta el mediodía del 5 de mayo para presentar ofertas.

La deuda total de URSSA es de 29.75 millones. En ese montante destaca Laboral Kutxa como el principal acreedor, con 6,7 millones de euros entre distintas hipotecas de terrenos. Junto a la banca de Mondragón está Caixabank a través de Bankia con 5,4 millones y otras entidades financieras como Kutxabank (1 millón de euros) o Bankinter (1 millón).

En el apartado institucional se le debe al Gobierno vasco más de dos millones de euros entre las deudas directas con Lakua y lo pendiente de saldar con el Instituto Vasco de Finanzas, 459.000 euros a la Seguridad Social, 244.000 euros a la Hacienda foral, 210.000 euros al Ayuntamiento de Vitoria y 27.000 euros a la Agencia Tributaria. En caso de no encontrar un comprador, las propiedades pasarían a manos de los acreedores mediante una dación en pago que dejaría los terrenos en manos de todas las entidades con las que URSSA mantiene deudas.