Los últimos hallazgos arqueológicos de Álava, al descubierto

Este castillo altomedieval se inserta en el contexto del Condado de Lantarón, un sitio «rico de evidencias como palacios, casas de cierto nivel y focos de poder». En esta fortaleza hallaron el pasado julio un broche de cinturón decorado que sitúa la primera ocupación «en los siglos VI y VII», apuntó Quirós. También restos de cerámica tardorromanos, de animales de trabajo y unas trompas sonoras de cerámica que servían para comunicarse con la cercana torre de la Peña los Castros. Las hipótesis apuntan a una «ocupación del lugar discontinua, pero persistente, dentro de una red» de polos de poder del condado. Los trabajos continuarán este año.

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El equipo de Alday presentó los trabajos de puesta en valor de esta estación megalítica de Kuartango, en Anda-Katadiano, con el dólmen de San Sebastián Norte, el de San Sebastián Sur, cuyo túmulo «ya se había desmantelado en época prehistórica y las losas del corredor cerraron la cámara funeraria». En el interior encontraron abundantes restos humanos, lítico y poco cerámico. Dio cuenta también del izado del menhir de Gurpide Norte y de la excavación de Gurpide Sur, donde hallaron mucho material antropológico, cerámico, lítico y huesos pulidos. Hoy a las 12.00 horas habrá visitas guiadas en euskera y castellano a los dólmenes de Kuartango.

En este recinto fortificado los profesionales intervinieron por unas obras del camino que une Mioma y Astúlez, donde aparecieron unas manchas oscuras y cerámica. La excavación dio como resultado el hallazgo de cuatro terrazas de ocupación con tres fondos de cabañas de planta circular similares a las del Castro de Henaio, datadas en la Edad del Bronce Final y Hierro 1 (siglos VI-IX a. C.). Suelos prensados, restos de fauna, de hogares, hornos un hacha pulimentada y cerámica decorada (vasijas de almacenaje, ollas y vasos carenados), fueron otros hallazgos.

En este lugar, al norte de la peña de Oketa, en Zigoitia, los arqueólogos y la asociación Abadelaueta han realizado un inventario lleno árboles trasmochos, ya desde el siglo XVIII, canteras moleras, carboneras, viejos caminos y lugares como Atxuri, donde identificaron unos muros que resultaron ser establos postmedievales para guardar ganado ovino y porcino. Estas paredes «se reutilizaron y fortificaron durante la Guerra Civil para situar en ellos puestos de tirador». De ello quedaron casquillos de bala de fabricación alemana y checoslovaca.

Aunque la administración no tenía muy claro donde estaba el despoblado medieval de Murabe, los vecinos de Zigoitia tenían ciertos indicios. En el lugar indicado hallaron unos muros derruidos entre la vegetación, que tras excavarlos resultaron ser la iglesia parroquial de Murabe que tras quedarse sin parroquianos pasó a ser la ermita de San Juan de Murabe, a cargo de Manurga, y que llevaba en paradero desconocido desde hacía décadas. Las próximas analíticas determinarán si la vieja parroquia data del siglo X, XI o XII.

La reforma de la plaza de Etxauri motivó una excavación en el Casco Medieval de Vitoria que sacó a la luz en la calle de Las Escuelas restos de la Fábrica de Echauri (s. XX), sótanos más antiguos bajo ella, agujeros de poste, silos, cubetas con escorias de metalurgia y restos de siete enterramientos humanos de la necrópolis de San Vicente. También una vivienda y un silo con cornamentas. En la calle Santa María hallaron restos de edificios, sótanos medievales y un pozo. «La mayor parte de los materiales son medievales, metales (remaches, botones y monedas) y restos de cerámica protohistórica».

En el lugar de Las Ermitas, en Espejo, los arqueólogos de Iterbide descubrieron un pozo ovalado de paredes verticales, el fondo plano y 3,6 metros de profundidad. También debió estar rodeado por un grueso muro y otra estructura, lo que les induce a pensar que se trata de una fuente monumental. En su interior hallaron piedras, cinco vasijas tardorromanas previamente fragmentadas y restos de fauna, por lo que estiman que con ello trataron de desacralizar deliberadamente el ninfeo al contaminar el agua con desechos de todo tipo.

Una excavación al norte de Navaridas descubrió 28 fosas talladas en roca, aunque el conjunto «debería contar también con un templo y un poblado asociado». En algunas fosas hallaron restos humanos, hasta 20 enterramientos, losas de cubierta de las sepulturas y en una de ellas una estela de Santa Eulalia. También documentaron barrenos realizados para sacar piezas, trabajos de sellado, fosas sin terminar y otras modificadas, todo ello datado en una fase de los siglos IX y X y otra del XI-XII.

Esta es una excavación en curso, con estudios en marcha que aportarán más información, por lo que los datos aportados son provisionales. En ella han hallado 95 metros lineales de la calzada romana Iter XXXIV, construida hacia el siglo I y una repavimentación moderna o contemporánea, según pruebas realizadas. Más antiguos son la veintena de silos, ocho hornos con restos de fuego y varios agujeros de postes sobre los que edificaron cabañas hace ahora 5.000 años y una empalizada.

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El equipo que trabaja en este puente sobre el Ebro, entre los municipios de Logroño y Laguardia, dató hace meses varios nuevos apoyos que confirman que «tenía como mínimo siete arcos». Los estudios realizados descartan que fuera un acueducto y las hipótesis apuntan a que no se trataría de una construcción romana sino «más cercana al siglo XI, en el contexto del camino que unía Pamplona y Nájera, con ciertas similitudes al de Puente la Reina». Una datación de la argamasa usada resolverá el asunto.

Esta investigación pone al descubierto que al menos 25 iglesias románicas alavesas contaron desde los siglos X-XI con unos espacios adosados a ellas para almacenar cereal denominados cellaria. Los restos que quedan son unas ménsulas en las paredes del templo que daban apoyo o soporte a varios tipos de cellaria, de piedra, de madera o elevados en altura para aislarlos bien del suelo.

La historia material de la Guerra Civil en Álava ha dejado más de un centenar de elementos y lugares con el Monte San Pedro, Ketura y Oketa como máximos exponentes. Búnkeres, fosas comunes, campos de concetración y trincheras son algunos de estos elementos, además de monumentos, lo que deja en Álava se conserva el conjunto patrimonial más rico, complejo y mejor conservado de todo el País Vasco.

Los últimos avances en este gran parque se han dado en el dólmen de Legaire Sur donde la sorpresa fue encontrar una gran cámara desconocida. En él hallaron el esqueleto completo de un perro, restos humanos, cráneos y numerosos materiales.

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Ese sábado y domingo los interesados han podido visitar Iruña Veleia y ver los últimos trabajos que se centran en la limpieza y consolidación de unos 300 metros de muralla para detener así su ruina. Han podido comprobar cómo era una calle original, que terminaba en una poterna en la muralla, y el espesor de dicho muro que llegaba a 4,70 m. A futuro se plantea un paseo de ronda interno.