Los frailes dominicos se despiden de Vitoria

Serán los últimos dominicos de Vitoria, hermandad que llevaba al cargo de esta iglesia desde su apertura en 1964, cuando se inauguró el templo de planta triangular diseñado por los arquitectos Javier Carvajal y Jose María Garcia de Paredes. La tradición dominica en la ciudad se remonta al siglo XIII con la construcción del convento de Santo Domingo, donde se encuentra ahora el centro cívico Aldabe. «Me quedo con el talento y la actitud con la que se ha tratado a los pastores en estos años. La parroquia es un sitio abierto a todos», comenta Ruiz, el más veterano y el único dominico que estuvo presente cuando echó a andar en los sesenta este centro religioso.

A finales de esa década, Los Ángeles fue la «primera parroquia del mundo que incorporó a la música de la eucaristía los instrumentos de un grupo de pop-rock: batería y guitarras eléctricas», recogía el periodista Paco Góngora en un reportaje publicado en este medio. También fue conocida por sus cines. «El barrio se ha hecho mayor, nosotros también y tenemos que dejarlo», apunta el 'padre' Mitxel, que recuerda espisodios históricos como el 3 de marzo -«muchas reuniones con el comité de empresa antes de que fueran a la asamblea»-. Precisamente en esta parroquía se rodó parte del rodaje de la película inspirada en los trágicos sucesos. Mientras que Miguel Ángel Gutiérrez y Eduardo Ruiz llevan muchos años asentados en la capital alavesa, los curas Fortunato Bodero y Carlos Olóriz llevan tan solo llevan seis años viviendo en esos apartamentos del edificio contiguo a la iglesia. «Da pena tener que marchar aunque no sea a mi ciudad. Es una pena porque no hay manera de que haya jóvenes que cojan la dirección», explica Bodero.

El episodio más negro relacionado con la parroquia se conoció en mayo. Entonces la comunidad religiosa de los Dominicos pidió «perdón» a una víctima de abusos sexuales por parte un fraile en la parroquia a principios de los ochenta. El agresor viviría desde hace años apartado de la sociedad en un convento. Los frailes prefieren no pronunciarse acerca de este «triste» hecho.

El anuncio del 'adiós' dominico se suma a la reciente despedida en septiembre de los tres monjes benedictinos que dejaron el Santuario de Estíbaliz. El caso es diferente, ya que mientras uno se dedican a la vidacontemplativa mientras, otros llevan una vida activa. En el fondo subyace el mismo problema: la falta de reemplazo en la Iglesia desde hace años. Quienes sí siguen por el momento en la ciudad son las cinco monjas dominicas que actualmente residen en el convento de la Santa Cruz.