El TSJPV rechaza que una menor de 15 años violada en las playas alavesas de Landa denunciara por rencor

El primer juicio se desarrolló en la Audiencia Provincial de Álava a principios de verano. Los magistrados Jesús Poncela, Francisco García Romo y Ana Zulueta lo tuvieron tan claro que su fallo llegó antes de lo habitual, que suele ser un mes. Entre otros factores, estimaron el informe de la Unidad de Valoración Forense Integral, que concluyó que «es altamente probable que estos hechos tengan influencia en el desarrollo psíquico» de la chica.

En la sala de vistas, ella habló con un hilo de voz. Rota por fuera y por dentro. Su agresor le sacaba una década. La invitó a beberse media botella de alta graduación, abusó de ella en su coche pese a que le rogó que la dejara en paz. Una vez acabó, la llevó hasta el parking del centro comercial El Boulevard. Allí la abandonó a su suerte.

Tras conocerse el castigo de ocho años y medio de prisión, más el pago de una indemnización de 20.000 euros, la defensa del condenado recurrió a una instancia superior. En parte para aspirar a una rebaja de la pena, en parte para evitar la firmeza de la sentencia y que su cliente siguiera en la calle. Se trata de una maniobra habitual en derecho penal.

No tanto el contenido del escrito. En él se apela a que la menor cambió varias veces de versión. Le echa en cara que «flirteó» con el encausado en una red social y que tardó meses en denunciar. Lo achaca a «un remordimiento o sentimiento de culpa por haber hecho algo que no iba a ser comprendido en su entorno», pero también habla de una supuesta «animadversión» hacia el veinteañero. Es decir, que aquel episodio en Landa –tildado de traumático por víctima y por expertos– se trató de un encuentro sexual consensuado.

La sentencia del TSJPV desecha de plano esta argumentación y, de paso, avala las tesis de la Fiscalía de Álava y de la acusación particular, a cargo de la letrada Julieth González Barrera.

Aunque la menor tardó meses en denunciar, sí contó de inmediato su tormento a varias personas cercanas. Todas lo corroboraron durante el juicio. El TSJPV remarca en este punto que el sentenciado también modificó hasta en tres ocasiones su relato.

«Hay tantas versiones como veces ha declarado, adaptándola a lo que considera que procesalmente puede ser más beneficioso para él», apreciaba la Audiencia, que también afeó la actitud de la supuesta expareja del encausado y exmejor amiga de la víctima. No en vano, ese primer juicio se demoró una semana debido a que esta joven no se presentó en la fecha señalada. Acudió siete días después previa advertencia de ser arrestada.

Contra este dictamen del TSJPV, la defensa del condenado por abuso sexual puede recurrir al Tribunal Supremo. Ahí se acabaría su recorrido judicial.