Consuelo Landa recibió la primera dosis de la vacuna en Álava. IREKIA
Vacunación contra el coronavirus en Álava

Tres mujeres fueron las primeras vacunadas en Euskadi: «Es como ponerse la de la gripe»

La campaña arrancó ayer de manera simbólica en la Residencia Ajuria de Vitoria con Consuelo Landa, de 91 años

Lunes, 28 de diciembre 2020, 04:27

El año nuevo comenzó ayer en Euskadi. Tres mujeres, Consuelo, Begoña y Bernardina, 258 años de vida y esperanza, se convirtieron en los primeros ciudadanos vascos que se inmunizan contra el virus pandémico. «No tengo miedo, es una vacuna más de las que siempre ... me he puesto. A ver si salen bien las cosas y todos nos beneficiaremos», animó tras recibir la dosis Consuelo Landa, de 91 años, que fue la primera alavesa protegida. La campaña comenzó de manera simbólica y simultánea en tres geriátricos de Vitoria, Elorrio y Hondarribia, uno por territorio histórico, al tiempo que arrancaba en el conjunto de Europa.

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El inicio pone por fin luz al oscuro 2020 y marca el comienzo de un nuevo tiempo, que muy probablemente se prolongará durante todo 2021. La pandemia, como se han hartado de explicar especialistas y políticos, no se vencerá de la noche a la mañana, sino que precisará de un compromiso de un año de ilusión y paciencia a dosis iguales.

La que se perfila como la batalla final contra el Covid-19 comenzó pronto, sobre a las 9.30 horas de la mañana en la localidad alavesa de Armiñón. A esa hora, una furgoneta refrigerada llegó al nudo de carreteras local, escoltada por una patrulla de la Guardia Civil. El vehículo transportaba las primeras 405 dosis del único suero que, de momento, está autorizado en Europa, el de Pfizer y BioNTech.

140 dosis a Álava

Varias dotaciones de la Ertzaintza arropaban en el lugar a un segundo vehículo refrigerado, que trasladó las vacunas hasta el Hospital Universitario Araba, en su sede de Txagorritxu. De allí partieron a continuación sendos vehículos con destino a la residencia vitoriana de Ajuria, a la del Instituto Foral de Asistencia Social de Elorrio y al centro Caser Betharram, de Hondarribia.

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Las 405 dosis de la firma Pfizer llegaron a la localidad alavesa de Armiñón custodiadas por la Guardia Civil. Allí tomó el relevo la Ertzaintza, que se las entregó en Vitoria a la consejera de Salud, Gotzone Sagardui. Posteriormente fueron distribuidas por las tres residencias vascas. A la izquierda, Consuelo Landa, fue la primera en recibirla en Álava, en la Residencia Ajuria. Irekia

El Gobierno vasco envió 140 dosis a Álava, 180 a Gipuzkoa y la menor cantidad de las tres, 85, a Bizkaia. La distribución de las dosis se realizó en función del número de alojados de cada centro, según detalló el Gobierno vasco.

Dos patrullas de la Policía autónoma escoltaron las vacunas hasta la residencia seleccionada en el territorio alavés, a donde llegaron sobre las 11.30 horas en un furgón refrigerado de la compañía Distribuidora Farmacéutica de Gipuzkoa (DFG).

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Han transcurrido ya nueve meses que, como reconocía Consuelo Landa, han sido «duros» por «no poder salir a la calle y ver a las familias». Llegó en silla de ruedas hasta el punto donde le esperaban las enfermeras de Osakidetza para aplicarle la primera dosis de la profilaxis -la segunda la recibirá, como establece el protocolo, dentro de tres semanas-. «Alguien tenía que ser la primera en ponérsela», dijo sin darle importancia a ese hecho. Eso sí, expresando en voz alta el deseo de que «todo salga bien».

Cree que la vacuna puede ayudar «y no hay que tenerle miedo porque siempre nos las hemos puesto». También desde la residencia vizcaína de Elorrio animaba a la inmunización la usuaria Begoña del Olmo, de 80 años. «Me siento bien, es igual que la vacuna de la gripe. ¡Que se la ponga todo el mundo, que les hará bien a ellos y a mí!».

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Fue la enfermera Paula Ortiz de Zárate la encargada de suministra la dosis a Consuelo en la Residencia Ajuria. «No he sentido nada», decía mientras se señalaba el brazo izquierdo donde había recibido el pinchazo, «solo mucho cariño».

«Ni me he enterado»

A punto de cumplir 92 años, el próximo 28 de marzo, tiene ganas de «salir otra vez a la calle, aunque ya somos mayores». Ella siempre ha tenido una vida activa, recordaba, «porque a los tres años ya hacía labores en casa». Trabajó durante más de cuatro décadas en Naipes Fournier, estudió Bachillerato en el nocturno cuando salía de trabajar y jugó en el Vasconia de baloncesto femenino.

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Además de los mayores, en esta primera fase de la campaña se protegerá también a los profesionales sociosanitarios como Ane Aginagalde, que recibió «emocionada y nerviosa» su primera dosis en el geriátrico de Hondarribia. «Ni me he enterado, así que la excusa es la aguja, para nada, adelante», animó la sanitaria.

El del primer pinchazo fue un momento intenso, de emoción, también en la Residencia Ajuria, e incluso de lágrimas, con sensaciones encontradas de rabia por el sufrimiento pasado y optimismo de cara al futuro. Y un sentimiento de solidaridad con los más de 900 residentes en geriátricos vascos reconocidos por las instituciones como víctimas de la pandemia. Casi uno de cada tres de los 2.947 fallecidos en Euskadi por el coronavirus estaba al cargo de una institución. Ayer volvió a ellas la vida.

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Sagardui dice que la vacuna marcará «un antes y un después»

La llegada de las primeras 405 dosis de la vacuna de Pfizer y BioNTech «marcará un antes y un después» en la evolución de la pandemia», según consideró ayer la consejera de Salud, Gotzone Sagardui, que se enfundó una bata blanca para recibir el envío en el hospital de Txagorritxu, en Vitoria. Le acompañaron el viceconsejero Iñaki Berraondo, la directora general de Osakidetza, Rosa Pérez, y la directora de Salud Pública, Itziar Larizgoitia. «Comienza una nueva etapa», dijo. A partir de hoy, Euskadi espera recibir unas 16.000 semanales para continuar el plan de vacunación.

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