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Fue un ataque fulminante. Alrededor de treinta menores presuntamente participaron en la agresión a un peatón con el que se cruzaron en la trasera de la residencia Ajuria, en el barrio de San Martín. El altercado ocurrió la tarde del Jueves Santo y apenas duró ... unos segundos.
Este grupo, en el que la práctica totalidad vestía en tonos negros y blancos, se cruzó con un peatón adulto y sin apenas mediar palabra le propinaron varios puñetazos y patadas. En ese momento no había más personas en esa vía. La agresión se prolongó menos de medio minuto ya que, ante los gritos de la víctima, los supuestos asaltantes huyeron a la carrera en diferentes direcciones. Varios se detuvieron en la cercana calle Adriano VI, donde les aguardaba «otro número similar de jóvenes también claramente menores», según testigos directos. «Algunos venían riéndose, como si todo fuera una broma pesada o alguna prueba macabra», comparten preocupados.
«El viandante al que atacaron estaba muy alterado. No paraba de gritar que le ayudaran y se le veía hablando fuera de sí por teléfono con la Ertzaintza para que vinieran lo más rápido posible», insisten vecinos de un bloque que da a la calle Pintor Vicente Abreu. Pasados 4-5 minutos aparecieron las primeras dotaciones de la Policía autonómica, cuya presencia provocó la espantada definitiva de los agresores y de sus acompañantes disgregados en pequeños grupos. Se da la circunstancia de que a esa misma hora, este cuerpo afrontó otra actuación similar –una pelea con varios involucrados en Lakua–, lo que obligó a desdoblar sus recursos.
Coches patrulla peinaron los soportales cercanos, el parque de San Martín y otras áreas ajardinadas como la de la calle Abendaño sin dar con los sospechosos. También se acercaron patrulleros de la Policía Local como apoyo. En principio, la víctima presentaba contusiones y magulladuras.
Sí se sabe que estos adolescentes, unos sesenta en total y con varias chicas entre ellos, llegaron a pie desde la Virgen Blanca. Bordearon la catedral nueva, bajaron por Lovaina y la mayoría se quedó junto a la verja de las instalaciones deportivas de San Martín. Su avance en pelotón llamó mucho la atención a esas horas –sobre las 19.00 horas– debido a su indumentaria similar: tonos negros y blancos. «Intimidaban y lo sabían», refleja un ciudadano que se cruzó con ellos antes de la agresión.
Aunque no se les ha vuelto a detectar desde entonces ni existen más denuncias por ataques similares, esa vestimenta conjuntada ha llamado la atención sobremanera a la Policía Local, que cuenta con un grupo especializado en menores. «Desde que la Guardia Civil descabezó en octubre a la cúpula nacional de los Bloods tras arrancar su investigación con la 'sucursal' de esta banda en Vitoria, este fenómeno se había atenuado bastante», refieren medios policiales. Sin embargo, la semana aparecieron en Salburua varias pintadas de un posible nuevo grupo juvenil de nueva creación.
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