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El Bus Eléctrico Inteligente (BEI) comenzará a dar el servicio completo la próxima primavera, entre los meses de mayo y junio, según ha podido saber EL CORREO. Ese es el escenario que maneja ahora el Gabinete Urtaran para la implantación definitiva del nuevo transporte, que ... se encuentra en fase de pruebas con viajeros desde el pasado 12 de enero. Los vehículos se acercarán entonces a los cinco meses de rodaje, en distintas etapas, para dar el visto bueno definitivo a la flota de trece unidades que discurrirá por la línea 2 (Periférica) y sustituirá a los urbanos actuales.
Los cálculos se extraen del ritmo que llevan los cinco vehículos que circulan por el trazado y que no han registrado incidencias de gran relevancia hasta ahora. A lo largo de esta semana se sumará al menos el sexto autocar y para primavera se calcula que todos los autobuses superen las pruebas necesarias para su puesta en servicio. Las trece unidades se encuentran ya fabricadas y matriculadas, a la espera de que se produzca la entrega a Tuvisa para comenzar los test con viajeros. Se trata de probaturas que deben realizarse «de forma repetida», para ajustar la prioridad semafórica, la duración del recorrido, la aproximación a la marquesina y el cálculo de las frecuencias, entre otros aspectos.
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El «hito» más cercano y visible para los viajeros más habituales de la línea 2, sin embargo, será comenzar a cancelar los billetes. Es decir, que los usuarios paguen por utilizar el BEI, hasta ahora gratuito por estar en periodo de ensayo. Ese momento llegará antes de que finalice el presente mes, ya que el departamento de Movilidad y Espacio Público considera que el servicio empieza a parecerse al que dará el transporte cuando esté al 100%. En este sentido, el recorrido completo se ha reducido en 15 minutos, al pasar de más de 50 a 38. En las últimas fechas, el bus eléctrico se ha acercado a las horas punta, aunque todavía existen algunas cuestiones por pulir.
Una de ellas pasa por el tiempo que pierde el autobús a la hora de recoger a los viajeros, que todavía impide garantizar que las frecuencias del BEI serán de siete minutos. La mayoría de los usuarios se dirige aún a la puerta delantera, pese a que la entrada puede realizarse por cualquiera de sus accesos. Ese aspecto también será acentuado con la puesta en marcha de las canceladoras. Es probable que durante las primeras fechas exista cierta confusión porque el BEI no permite el pago al conductor y debe realizarse en la marquesina.
Esto significa que quienes lleguen con antelación deberán estar atentos a la información de la pantalla de la parada y, quienes apuren hasta el último momento, pasarán por la canceladora antes de montarse. «Tenemos que hacer un esfuerzo porque van a convivir diferentes líneas en una misma parada y se necesitará un periodo de adaptación. Al principio, la acumulación va a existir y perderemos algo de tiempo», reconoce el concejal de Movilidad, Raimundo Ruiz de Escudero (PNV). Una vez implantados los trece autobuses, los viajeros sabrán que deben adquirir el billeta antes de subirse al bus.
La puesta en marcha del BEI en su totalidad en primavera implica que el servicio llegará antes que su sistema de carga lenta, cuya obra se retrasará hasta el verano. En este sentido, el Gabinete Urtaran realizará la carga lenta de los autobuses en las cocheras actuales de Tuvisa, en pabellones municipales y en diferentes puntos de la ciudad. «No será igual de cómodo que con la Unidad Funcional de Carga (UFC), pero se puede prestar todo el servicio sin problemas», asegura Ruiz de Escudero.
La implantación total del BEI se vinculaba hasta la fecha a la finalización de la obra de la estación de carga, que estaba prevista para el 22 de febrero. Pero el equipo de gobierno considera ahora viable la puesta en marcha del BEI sin esta infraestructura. La instalación, cuya licitación ya se realizó de forma tardía, también cumplirá la función de zona de estacionamiento para los trece autobuses del BEI. En el futuro, se prevé otra intervención que lo transformará en las nuevas cocheras de toda la flota de Tuvisa, pero su proyecto está todavía por concretar, al igual que su financiación.
El Ayuntamiento se acerca así al esperado momento de puesta en servicio completo del BEI, cuya inauguración estaba prevista de forma inicial para el verano de 2020. Las «mejoras» en el trazado y el alcantarillado, el largo proceso de pruebas, las obras escalonadas en uno de los puntos críticos del tráfico de la ciudad y los retrasos en la unidad de carga han aplazado su implantación casi dos años.
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