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Vitoria convertirá la futura extensión del tranvía a Zabalgana en la principal conexión del transporte público con los cuatro ejes de la ciudad y la ventana a la alta velocidad. El nuevo trazado será la gran apuesta de la movilidad de la capital alavesa, ... no solo por las once paradas que tendrá a lo largo de 6 kilómetros, sino por su elevada inversión, que alcanzará los 120 millones de euros. Así lo recoge el estudio informativo de Euskal Trenbide Sarea (ETS), al que ha tenido acceso EL CORREO, que señala al tranvía como el elemento vertebrador clave de la Vitoria del futuro.
La nueva línea tardará tres años y tres meses en construirse desde que comience la obra -aún sin determinar- y dará servicio a cerca de 41.000 vecinos. Esa es la cifra de personas que residen a un máximo de diez minutos de la parada más próxima, y que por tanto se verán beneficiadas por la extensión del tranvía a Zabalgana, que se dividirá en dos ramales: Mariturri, que finalizará en la Avenida Reina Sofía, y Júndiz, que dejará a los viajeros a las puertas de Mercedes.
El recorrido tendrá un nuevo punto clave, el del Polideportivo de Ariznabarra, donde se realizarán los transbordos entre ambos trayectos. Será en ese nudo donde la línea de Mariturri continúe a lo largo de 2,2 kilómetros con cuatro apeaderos más (Zabalgana, Derechos Humanos, Iruña-Veleia y Mariturri), y la de Júndiz con 1,2 kilómetros y dos estaciones (Naciones Unidas y Júndiz).
Para alcanzar ese hito, no obstante, el proyecto deberá despejar varias incógnitas. La principal pasa por resolver la fórmula con la que el tranvía superará Portal de Castilla, la puerta de entrada al centro de Vitoria desde el Sur. Se trata de uno de los puntos críticos de la nueva línea, donde el proyecto plantea dos opciones: la primera, cruzar la rotonda por el norte en superficie y enfilar Teodoro Dublang hasta la parada de Ayuntamiento (junto a las oficinas de San Martín); y la segunda, circular por el Puente Azul y continuar por el lado opuesto de Teodoro Dublang hasta alcanzar la calle Etxezaharra. Esta segunda opción es algo más cara (120,3 millones frente a 119,9), pero evitaría la afección al tráfico de la primera. Ambas alternativas confluirían en el Polideportivo de Ariznabarra.
El segundo interrogante, ya conocido, es relativo a la llegada del TAV y su soterramiento. La Red Ferroviaria Vasca asume que la viabilidad del recorrido está «condicionada» a la transformación urbanística más esperada de Vitoria, sin la cual «el trazado tranviario no sería viable». Lakua, de hecho, no contempla alternativas ante una eventual marcha atrás del soterramiento del TAV, por lo que deja clara su decidida apuesta por la creación de la inmensa infraestructura, que ahora se encuentra en fase de examen de las alegaciones.
Dos ramales. La nueva extensión llegará desde Green Capital a Mariturri y Júndiz. Los transbordos se realizarán en el polideportivo de Ariznabarra.
El punto crítico. El tranvía pasará por Portal de Castilla a través de la rotonda o por el puente. La segunda opción es algo más cara, pero evitaría la afección al tráfico.
Una vez que el soterramiento reciba luz verde, la obra tardará tres años y tres meses en completarse. La primera fase (Green Capital-Mariturri) tardará dos años y medio, mientras que la segunda (Polideportivo-Júndiz), durará 9 meses. Algunas fuentes del departamento de Desarrollo Económico e Infraestructuras del Gobierno vasco, no obstante, matizan que los trabajos podrían comenzar desde los extremos y finalizar en la estación de Dato. De esta forma, la ejecución no tendría que esperar a la puesta en marcha del nuevo tren, prevista ahora en 2026, para iniciarse.
La futura red tranviaria dará como resultado un triángulo formado por las paradas de Angulema, Florida y Green Capital, la primera del nuevo trazado. Por ellas pasarán todas las líneas del metro ligero de la ciudad; es decir, cualquier destino será alcanzable en un tramo de escasos 200 metros, los que separan al apeadero de Green Capital, Florida y Angulema.
Sin embargo, las futuras líneas de Salburua, que tardará dos años en construirse, y Zabalgana no estarán conectadas de forma directa en el nuevo trazado. Los usuarios deberán hacer transbordo en Florida o Angulema y dirigirse a pie a la parada de Green Capital para iniciar el trayecto hacia el oeste de la ciudad.
La ambiciosa propuesta del tranvía de Zabalgana supondrá un gran esfuerzo económico por su elevado presupuesto. No obstante, la mitad de la inversión pertenece a los propios vehículos y al mobiliario relacionado, por lo que correrá a cargo de Euskotren, mientras que la otra mitad corresponde a la obra civil en sí.
Lo más probable, en este sentido, es que el acuerdo de financiación final entre el Ayuntamiento de Vitoria, la Diputación de Álava y Lakua se ajuste a los 60 millones de euros pertenecientes a los trabajos y a la instalación. En anteriores ramales, como el de Salburua, el Gobierno vasco participó en el 65% de la inversión, por el 35% compartido entre el Ayuntamiento de Vitoria y la Diputación de Álava (17,5% cada uno).
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El recorrido hasta Mariturri consta de cuatro paradas (Zabalgana, Derechos Humanos, Iruña-Veleia y Mariturri), además de las siete comunes de los dos ramales. El plazo de ejecución es el más largo y se estirará durante dos años y medio (30 meses).
El ramal de Júndiz, que supone la fase 2 de la obra, tendrá dos paradas (Naciones Unidas y Júndiz) para llegar hasta las puertas de la planta de Mercedes. Su extensión será de 1,2 kilómetros y necesitará un plazo de ejecución de nueve meses.
El Polideportivo de Ariznabarra será el último punto en el que los usuarios podrán hacer transbordo entre las líneas de Mariturri y Júndiz. Además, existirá una conexión cercana con el Bus Eléctrico Inteligente, que sustituirá a la línea 2 de Tuvisa (Periférica) en 2022.
Una de las incógnitas aún por resolver. Se plantean dos alternativas: tomar la rotonda por el norte hacia Teodoro Dublang o aprovechar el Puente Azul para que el tranvía circule por él y evitar la afección al tráfico. La segunda opción es 400.000 euros más cara.
Una de las apuestas más ambiciosas del ramal a Zabalgana será la conexión directa con el TAV en la Estación de Dato. Además, el tranvía se unirá al Bus Eléctrico Inteligente (BEI) en el Polideportivo de Ariznabarra, donde la parada estará a escasos metros.
Green Capital, la primera parada del nuevo servicio a Zabalgana, formará un triángulo con Angulema y Florida, por el que pasará la totalidad de las líneas (Abetxuko, Ibaiondo, Universidad, Salburua y Zabalgana). Serán las estaciones de mayor actividad.
Los ramales de Salburua y Zabalgana no estarán conectados de forma directa. Los vecinos deberán realizar apearse en Angulema o Florida y dirigirse a la estación de Green Capital, a apenas 200 metros de distancia. El trazado a Salburua se inaugurará en 2022.
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