Mientras se prevé que la 'Y vasca' esté lista para 2028, la conexión del tren de alta velocidad (TAV) con la meseta aún está dando sus primeros pasos. El secretario de Estado de Transportes y Movilidad Sostenible, José Antonio Santano, anunció ayer que antes de que empiece el mes de abril se licitará el tramo entre Pancorbo y Ameyugo que, eso sí, se considera «el más complejo» del proyecto, un punto «clave» para que la conexión con Madrid llegue «lo más rápido posible».
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Pero no será sencillo. Se necesitará un largo y laborioso proceso constructivo, pues el TAV atravesará los Montes Obarenes a través del desfiladero de Pancorbo. Lo agreste del entorno natural no sólo complica la llegada de maquinaria y la perforación, sino que a poca distancia pasan la vía convencional del tren y la A-1, que se mantendrán abiertos durante la ejecución de estos trabajos. El enlace tendrá 8,4 kilómetros de recorrido, pero en su mayoría se ejecutarán en un túnel. Habrá uno de 3,9 kilómetros y otros dos de 550 metros, respectivamente. También será necesario construir dos viaductos. Adif cree que se requerirá una inversión de 175 millones de euros para este tramo.
A partir de ahí habrá que sumar los otros cuatro tramos que «ya están proyectados» y que, según Santano, se van a ir sacando a concurso a lo largo de este año. «Estamos en este momento redactando los pliegos y, por tanto, empezaremos a hacer realidad también la licitación de las obras y el comienzo de la construcción de la línea Vitoria-Burgos», afirmó el 'número dos' del ministerio que encabeza Óscar Puente en una visita a las obras de la nueva estación de Atotxa en San Sebastián.
Ahí se incluirá la conexión de Manzanos (Ribera Baja) a Iruña de Oca. Está previsto que cueste 157,8 millones de euros y tendrá una longitud de 13,7 kilómetros. La obra incluirá varios túneles y hasta seis viaductos, uno de 2,2 kilómetros que 'saltará' por encima del río Zadorra. Se trata del extremo norte del nuevo recorrido, el que conectará con el acceso a Vitoria.
Algunas ejecuciones
Si se cumplen los plazos y no hay sobresaltos en los trabajos, algunas de las obras comenzarán durante el presente año. En cualquier caso, el enlace con la meseta seguirá sin llegar a tiempo para cuando el TAV eche a rodar alrededor de 2028.
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En el futuro recorrido del AVE entre las comunidades de Castilla y León y Euskadi, además, habrá que ejecutar también una especie de 'bypass' para que algunos de los trenes se detengan en la estación de Miranda de Ebro. Es la única parada intermedia que habrá en el trayecto. Ese acceso y la reforma se están diseñando por parte de las instituciones implicadas desde 2023.
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