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El conflicto entre los trabajadores de la subcontrata que se encarga de la atención a los clientes de Amvisa cambia de escala. La plantilla de la empresa que presta esos servicios para la sociedad municipal de aguas irá a la huelga toda esta semana: desde ... el lunes 1 de julio hasta el 5. Un paro que está siendo secundado por 100% de los empleados.
Según la central nacionalista, hay siete personas subcontratadas dedicándose a la atención presencial y telefónica de la empresa vitoriana. Las condiciones de estas profesionales -en femenino, porque seis de las siete empleadas son mujeres-, sin embargo, se rigen por el convenio sectorial de oficinas de Bizkaia, un pacto laboral pendiente de renovar desde hace once años y que, según ELA, incluye «altas cargas de trabajo».
Las empleadas de este servicio son las responsables de los trámites con Amvisa como los cobros, las bajas y altas de usuarios o la ayuda con los trámites online. En ocasiones anteriores ya habían criticado la «falta de personal» para atender los trámites que, según la parte social, han generado esperas de «hasta más de treinta minutos» a los ciudadanos en sus gestiones con Amvisa.
Tras varias quejas, ahora las trabajadoras han decidido dar el paso de ir a la huelga para protestar por sus condiciones, «con sueldos que rondan los 1.100 euros al mes» y «jornadas parciales». Estas empleadas se ausentarán de sus puestos de trabajo toda la semana, lo que pondría en jaque la atención de Amvisa a la ciudadanía.
ELA, además, asegura que estas trabajadoras no tienen reconocida la subrogación: esto es, el derecho a seguir trabajando en esa atención al cliente si el próximo contrato de Amvisa es con otra empresa y no la actual en la que están estas siete empleadas. El contrato actual deberá salir a concurso en diciembre.
La central de Mitxel Lakuntza, asimismo, reprocha al Consistorio que «no ponga medidas» para acabar con la «precariedad» de las profesionales de este servicio, que «afecta al servicio público que se ofrece a la ciudadanía de Vitoria». «El Ayuntamiento tiene la oportunidad de defender las condiciones laborales y los servicios públicos que tanto dice reivindicar», concluye el comunicado de ELA. Ante todo esto, ni la empresa subcontratada ni AMVISA han puesto soluciones cuando se ha trasladado la situación de las y los trabajadores en las reuniones mantenidas.
ELA tacha de inaceptable que una institución como el Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz no ponga medidas para terminar con la precariedad laboral que supone el estar trabajando con jornadas parciales y sin estabilidad en el empleo, con un salario mensual de poco más de 1.100 euros. «Se escucha a las y los responsables políticos que las condiciones laborales y el servicio público al ciudadano tienen que ser de calidad. Aquí tienen una oportunidad; la plantilla insta al Ayuntamiento a sentarse con la parte social para poner fin a esta situación», manfiesta este sindicato.
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