'Tósigo', un paisaje de plantas venenosas en Montehermoso

Algunos de los ejemplares, como la cicuta, son de sobra conocidos para nuestros oídos. Otros, como el aconito, por la vista. Porque esta última, visible en la primera parte de la sala y una de las más venenosas del mundo, por raro que pueda parecer, es muy común encontrarla por Álava. «El objetivo es acercar y discernir el uso del veneno como herramienta de supervivencia, de poder y de sometimiento», destaca la artista, quien sumerge al visitante en un viaje por la historia, donde aparece la muerte de Sócrates, envenenado con cicuta. También una escultura de péndulos que rinde homenaje a las brujas.

Además de en físico, las plantas también aparecen enfrascadas en diferentes botes, flotando en un líquido que mantiene su aspecto y fuerza intimidante. «Ha sido un proceso lento -a veces de un mes- hasta conseguir ese elixir», comenta. Igual de dilatado como el trabajo de recapitulación de las plantas. La artista ha tomado como origen la investigación del Herbario Histórico Prestamero, del siglo XVIII, para la observación, análisis y recolección de las piezas. La exposición está, además, acompañada de melodías musicales creadas en base a la temática de cada espacio.

«Es un puente entre lo procesal y experimental», ha destacado Paco Galive, director del departamento de Educación y Cultura de Vitoria. El director ha recordado que esta es la cuarta exposición de las cuatro seleccionadas -tres artísticas y una audiovisual- el año pasado, una exposición que supone «una oportunidad para presentar sus trabajos», ha aplaudido.