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El primer intento de medir las posibilidades eólicas de los montes de Iturrieta, en terrenos del concejo de Onraita, ha fracasado. El Ayuntamiento de Arraia-Maeztu, gobernado por el PNV con mayoría absoluta, ha anulado la licencia que había concedido en noviembre de 2019 a ... Aixeindar, el consorcio integrado por Iberdrola y el Gobierno vasco para impulsar la energía eólica con un ambicioso plan de estaciones radicadas en su mayoría en Álava. El Consistorio se ha visto obligado a tomar esta decisión después de un recurso de EH Bildu y de que el propio Gobierno vasco haya reconocido que el permiso necesita de un informe ambiental previo, dado que la torre que contiene los sensores -se eleva 82 metros sobre el suelo- está ubicada dentro de la Zona de Especial Conservación (ZEC) de Entzia. «La zona donde se colocó la torre aparece además en el inventario de paisajes singulares y sobresalientes, es una zona de interés hidrogeológico y está catalogada como una zona de vulnerabilidad muy alta de acuíferos», apuntó ayer la coalición abertzale al desvelar la revocación de la licencia otorgada «mediante un decreto de Alcaldía», recuerdan.
Iturrieta -una ubicación que ya se planteó para parques eólicos hace una década y que concitó un rechazo unánime en el Parlamento- es la 'punta de lanza' del plan de 600 millones de euros impulsado por la sociedad público-privada Aixeindar para dar más protagonismo a las energías limpias en Euskadi. Es su proyecto más avanzado y fue el primero que desvelaron cuando a principios de año dieron a conocer que, tras un impás de catorce años, Euskadi iba a recuperar con una fuerte inversión su apuesta por la energía eólica. El Gobierno vasco considera indispensable este proyecto para alcanzar el 15% de «energías renovables autóctonas» concretado en su estrategia 2030. Además de Iturrieta, se ha fijado en Labraza, Arkamo y Azáceta. En todos los casos pretende llevar a cabo mediciones previas para testar si es rentable o no abordar la inversión en aerogeneradores.
En el caso de Iturrieta, la revocación de la licencia se ha precipitado al reconocer el Gobierno vasco que «el proyecto de instalación de la torre de medición se encuentra sometido al procedimiento de evaluación de impacto ambiental, que debe ser previo para concesión de la oportuna licencia municipal». El informe se redactó a raíz de un recurso de EH Bildu en el Ayuntamiento en el mes de diciembre, tras la concesión de la licencia por la Alcaldía, y en esencia asume los argumentos de la coalición. Al alcalde, Anartz Gorrotxategi (PNV), no le ha quedado otro remedio que revocar la licencia. La portavoz de EH Bildu en el Ayuntamiento de Arraia-Maeztu, Ruth Ibisate, mostró su satisfacción porque «se ha reconocido que se otorgó mediante decreto de alcaldía sin ajustarse al procedimiento exigido».
La licencia podría reactivarse en poco tiempo. El Ente Vasco de la Energía (EVE) indicó ayer a este diario que «el informe medioambiental estará listo en un par de semanas. Cuando esté hecho, se solicitará de nuevo la licencia», garantizaron. En el ánimo de la sociedad pública está «determinar los movimientos del viento, pero eso no quiere decir que se vaya a instalar allí con seguridad un parque eólico».
La torre, de 82 metros de altura, llegó a colocarse a finales del año pasado, pero el 9 de enero dejó de funcionar porque «fue saboteada y apareció en el suelo», explicó ayer Gorrotxategi. «No se levantó porque ya estaba presentado el recurso por parte de EH Bildu», aclaró. El primer edil asegura que «la licencia se otorgó porque había un informe favorable de Urbanismo» y defiende que si se vuelve a presentar la solicitud, y cumple todos los requisitos, «se volverá a otorgar». Tanto Gorrotxategi como el presidente de la Junta Administrativa de Onraita, Lucas Múgica, son partidarios de «estudiar las posibilidades» del viento en la zona, operaciones que suelen revertir con beneficios económicos o de otra índole para los pueblos afectados. Múgica recordó que fue la localidad, en concejo abierto, quien autorizó «cuatro torres de medición durante dos años». Sin embargo, postergó la decisión respecto a un posible parque eólico. «Cuando se haga el estudio, nos sentaremos a hablar».
Los planes de Aixeindar son instalar medidores de viento en Iturrieta, pero también en otras ubicaciones alavesas: Azáceta y en las sierras de Codés (Labraza) y Arkamo. El EVE ha explicado que «los trabajos siguen avanzando respecto a estos emplazamientos», aunque se desconoce aún cuándo se solicitarán las licencias para instalar los medidores, que tomarán los registros de la velocidad del viento durante un periodo cercano a un año antes de evaluar la rentabilidad de la inversión. El horizonte del EVE es lograr que en 2030 el 32% de la electricidad que se consuma en Euskadi sea de origen renovable.
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