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Se inventó que había jugado en el Milán bajo el nombre de Natali. Que había competido como ciclista ganando seis tours, uno más que Induráin. Todas aquellas historias se las contaba a su sobrino pequeño. En realidad, Toni Nadal (1961, Manacor) no destacó nunca como ... deportista. Su sitio estaba al otro lado, como entrenador. Pero aquellas mentirijillas que contaba a un niño llamado Rafa, talentoso tanto en el fútbol como en el tenis, despertaban su interés por ser el mejor del mundo en alguna disciplina.
En 2017, Toni dejó de ser entrenador jefe de Rafa tras 27 años como valedor -16 Gran Slam y cuatro Davis después-. Desde entonces compagina su trabajo como director técnico deportivo de la Rafa Nadal Academy con una extensa agenda como 'coach' en las que repasa las claves de su éxito. Dentro de estos encuentros se enmarca su presencia en el Palacio Europa (martes, 9.00 horas) como conferenciante en el congreso 'Más salud emocional, menos absentismo', organizada por Fundación Laboral San Prudencio.
De voz ronca, defiende la «autoridad» y la disciplina como claves en la formación. «Me parece una equivocación dejar de ser autoritarios. Otra cosa muy distinta sería ser violentos, opresivos o agresivos». Al mismo tiempo en sus detalles biográficos se presenta a un tipo simpático en base a anécdotas. Una de las más repetidas gira en torno a la ingenuidad de su sobrino. Y se produjo cuando su pupilo tenía tan solo 8 años. Rafa jugaba contra un rival varios años mayor. Para calmarlo ante un rival tan grande su tío le dijo: «Tranquilízate porque si las cosas van mal, haré que llueva». Al poco tiempo comenzaron a caer las primeras gotas.
- ¿Cuándo dejó de hacer que lloviera?
- Lo dejé hace muchos años (risas). Lo dejé el día que Rafael se hizo mayor y ya no se creyó más esas cosas que me inventaba. Fue cuando creció.
- Ha contado que perseguir una meta ha marcado su forma de entender el mundo. ¿Cuál es su meta actual?
- Lo primero es que para que los días no sean una sucesión de días normales, sin pretensiones y sin mucho sentido, hay que proponerse hacerlo cada día mejor y tener una meta siempre en lo que hagas. Hay metas más claras pero es preferible marcarse objetivos más intensamente y hay gente que tiene dificultad para hacerlo. Cuando enfocas parte de tu tiempo a un fin, tu vida es mucho más plena.
- 'Todo se puede entrenar' es también el título de un libro suyo. ¿La charla es un resumen?
- Hablaré de una manera de entender el mundo aplicada al mundo del deporte. No voy a contar nada de especial, cuento mi manera de entender la vida y el trabajo, el trabajo del tenis y los principios que apliqué durante la carrera como entrenador de Rafael.
- ¿Se le ha acercado gente para decirle que su libro le ha ayudado?
- Ha habido gente que me ha dicho que el libro le ha gustado mucho. Y si a alguien le ha servido, pues encantado de la vida.
- Hubo un comentario que se repitió con la retirada de Federer. Y es que nada volverá a ser igual cuando Nadal y Dkojovic también lo dejen. ¿Es imposible que vuelvan a coincidir un trío de esa talla?
- Creo que sí es posible... Soy un tipo empírico y me baso en la observación. Cuando se retiraron Borg, McEnroe y Connors hubo sucesores. Al final siempre habrá un gran ganador de Grand Slam y gente que destaque y marque una época en el mundo del tenis. Han destacado durante muchos años, es verdad. Igual que Messi y Cristiano Ronaldo han marcado una etapa. Pero de Ronaldo ya no se habla tanto. Se habla de Messi, hablamos de Haaland, de Mbappé. Deportistas que han trascendido hay y habrá. Y puede haber relevo. Álcaraz, Auger-Allasime y otros tantos están destacando. Y al final siempre hay gente que eleva el ánimo a los demás…
- 'Sirve Nadal, responde Sócrates' fue el título de otro libro suyo. ¿Cuánto tiene de filosófico el trabajo de entrenador?
- Bueno, aquel libro surgió porque un filósofo, Pere Mas, me propuso escribir conjuntamente y lo hicimos. Me fue pidiendo cosas y preguntando, pero no hay aspiración filosófica más allá de lo que yo aplico en el mundo del tenis, no hace falta mucha filosofía en general para el tenis.
El año pasado Euskadi volvió a registrar la tasa más alta de absentismo laboral con un 8,4%, tres puntos por encima de la media española. El indicador en ambos casos resulta preocupante, ya que es difícil dar con la tecla de las causas y en muchos casos se debe hacer un análisis individualizado. En el congreso de Fundación San Prudencio de Seguridad y Salud Laboral, que celebra este martes su 22ª edición en el Palacio Europa bajo el título 'Más Salud Emocional, Menos Absentismo', se trazará una panorámica acerca de este problema y sus posibles soluciones. El encuentro arrancará a las 8.45 y se prolongará hasta las 14.00 horas con la reunión de varios expertos en materias de salud y seguridad laboral en diferentes charlas para las que se espera la asistencia de medio millar de profesionales del tema. La asistencia es gratuita previa inscripción en la web (www.lafundacion.com). Tras la bienvenida por parte de Lourdes Iscar, directora general de Osalan, se celebrará la conferencia inaugural 'Todo se puede entrenar'. «Queremos que este encuentro sirva para concienciar de la problemática que tiene el capital humano en todo el mundo y contribuir a la búsqueda de soluciones», señala Yolanda Berasategui, presidenta de la fundación vitoriana , acerca de una jornada en la que se tratará «la mala gestión del estrés y de otros factores emocionales» y cómo afectan al entorno laboral.
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