Pregonera en San Prudencio 2024

Teresa Ibáñez: «Las fiestas de San Prudencio se sienten con el corazón»

El diputado general de Álava, Ramiro González destacó que la actriz es «un faro de luz en la escena cultural de Álava» con destellos en una larga trayectoria que muestra «un talento excepcional y una pasión por las artes que ha trascendido décadas». En el punto de partida: su afición por la lectura y los poemas que recitaba en el colegio de Murgia. Más tarde, los inicios en la Compañía Vasca de Teatro Danza, radicada en Vitoria; la fundación del centro teatral Ortzai –junto a Iker Ortiz de Zárate–, donde tiene muchos seguidores, y la compañia Sustraiak. Además, en cine ha trabajado bajo las órdenes de Almodóvar ('La Flor de mi Secreto'), Fernando Colomo ('Famosos y Familia') o Estíbaliz Urresola ('20.000 especies de abejas'). Acerca de las palabras del diputado, Ibáñez señala que son «preciosas». «Siento que son muy fuertes».

– ¿Qué le vino a la cabeza cuando le propusieron ser pregonera?

– Muchísimas cosas. Mis raíces. Mi padre era de Vitoria y toda mi familia de Álava. Mis padres, mis abuelos... provienen de Armentia, Azáceta, Pipaón, Murguía. Me llena representar a tanta gente de todos los pueblos.

– Nació en Murguía.

– Sí, y tengo un abuelo que es precisamente de Armentia, el padre de mi madre.

– Se le conoce por subirse a las tablas sobre todo. Desde hace muchísimo tiempo.

– Desde niña. Siempre me ha gustado. Cuando estábamos en clase y en el mes de mayo, por ejemplo, en el colegio, hacíamos una ofrenda de flores y recitábamos poemas. Recuerdo que todos los domingos tenía un poema diferente y hacíamos por la tarde una fiesta. Siempre tenía algo preparado. Con 11 años me subí por primera vez a un escenario, en el Seminario. Había una fiesta en Estíbaliz a la que nos llevaron y me pidieron que recitara.

– ¿Estas fiestas de San Prudencio tienen algo de teatrales?

– Son unas fiestas sentidas de corazón, de la raíz. No hay nada teatral. Estas fiestas son tan bonitas, con sus danzas, con la retreteta, las sociedades gastronómicas, los desfiles de las comparsas. Todo eso lo hace algo muy sentido.

– Muy culinarias también, con sus perretxikos y caracoles.

– Cuando era cría e iba a clase siempre había caracoles, cogía casi a diario. Y claro, en San Prudencio ese día el plato que tenemos sobre la mesa es de caracoles y perretxikos.

– La pregunta que más le repetirán es de qué va a hablar en el pregón.

– Es la pregunta del millón.

– ¿Y tiene algo pensado?

– Pues no lo tengo pensado. Yo creo que eso es empezar a escribir y te van saliendo cosas. No me lo esperaba. Es un orgullo y muy fuerte también.

– Reconocerle es sinónimo de reivindicar las artes.

– Y la cultura, la cultura. Qué importante es, ¿no?