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Un ciudadano vota en un colegio electoral de Vitoria. Igor Aizpuru
La teoría de la taza y media

La teoría de la taza y media

Mobiliario humano. Comicios autonómicos ·

Hay personas a las que no les toca la lotería, pero sí la moral y a dos manos por el empeño del bombo en volver a sentarlas ante las mesas electorales

Lunes, 22 de junio 2020, 01:44

Quiero pensar, en el colmo de mi ingenuidad, que si el bombo ha tenido a mal la idea de que algunas personas repitamos en las mesas electorales sólo ocho meses y dos días después de plegar las últimas será porque lo hicimos muy bien aquel ... día otoñal con rostro arisco de invierno. Vamos, que al parecer bordamos nuestro papel de ciudadanos ejemplares -mujeres y hombres- en esa jornada cursimente definida como 'fiesta de la democracia'. Y siguiendo el hilo del argumento pretendo convencerme de la lógica que encierra el proceso. Si los titulares rendimos entonces a tan alto nivel, a santo de qué tirar de banquillo, deberán de presuponer en la Junta Electoral tras el sorteo entre los censados por este nuestro Ayuntamiento.

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