Tapia desmiente a la Diputación de Álava y dice que no se contempla ninguna alternativa a Gardelegi

El Gobierno vasco defiende que el actual vertedero de Vitoria «tiene condiciones y capacidad para mantenerse como solución», ya que cuenta con una previsión de sumar espacio para «1,2 millones de toneladas de residuo y la construcción de celdas específicas de fibrocemento e inertes». «No existe previsión alguna de modificar esta hoja de ruta, ya que sigue siendo válida a efectos de los objetivos que establece la normativa sectorial en materia de residuos», reiteraron fuentes del departamento de Arantxa Tapia.

Las palabras de Barredo sorprendieron igualmente en el Ayuntamiento de Vitoria, titular de la instalación. Fuentes del departamento de Limpieza, que dirige el socialista Pascual Borja, subrayaron que, a día de hoy, «no hay sobre la mesa ningún proyecto para la creación de una infraestructura similar a Gardelegi». De hecho, el equipo de gobierno municipal negó en un pleno reciente la posibilidad de que el actual vertedero cambie su categoría para aceptar amianto y rechazó ocupar otros terrenos para este cometido. No obstante, el Gabinete Etxebarria asumió por primera vez en septiembre que deberá gestionar su propio amianto antes de 2028 y todavía tiene pendiente definir cómo lo hará.

Al escuchar a Amaia Barredo, que en ningún momento de la jornada quiso entrar a corregir o matizar sus afirmaciones, muchos interpretaron que se refería concretamente a un vertedero especial para fibrocemento (amianto). Pero tampoco es el caso. El único punto donde el Gobierno vasco tiene pensado depositar ese tipo de material en Álava es Gardelegi, una vez más. «Los residuos de fibrocemento son un problema municipal que los entes locales deben solucionar. Gardelegi puede hacerlo ya que la normativa permite gestionar residuos de fibrocemento sin necesidad de cambiar de categoría, ya que si bien el fibrocemento está catalogado como peligroso (si se rompe a la intemperie y se liberan fibras) al vertedero debe llegar retractilado y embolsado sin posibilidad alguna de generar riesgo», indican los portavoces autonómicos.

Cada territorio histórico deberá gestionar a partir de 2028 los residuos de amianto que se generen dentro de la provincia. No podrán cruzar la 'muga'. Eso no sucede hasta la fecha y, por ejemplo, los que se retiran en Álava viajan en camiones hasta Bizkaia para su tratamiento. Este cambio en la normativa viene precedido de una enorme polémica tanto política como social.

En cualquier caso, el Gobierno vasco admite que no descarta la posibilidad de hacerse con terrenos e infraestructuras que «se puedan sumar y aportar nueva capacidad» para el tratamiento de residuos en Euskadi. Así lo admiten desde el departamento de Tapia que, a renglón seguido, insisten en que «la hoja de ruta no se modifica y Gardelegi, en cualquier escenario, no tiene alternativa porque es parte de la solución».