Los talleres están «saturados» y piden paciencia a los afectados por la granizada de Vitoria

«Los talleres están con las agendas saturadas y van a hacer todo lo que puedan, pero pedimos paciencia a los afectados», trasladaba Conrado Bernal, gerente de ADEADA, la asociación de empresarios de automoción de Álava. El presupuesto para eliminar los bollos de la carrocería puede oscilar entre los 2.000 y 3.000 euros y cambiar una luna supondrá un desembolso de entre 300 y 600 euros. La prioridad es reparar lo imprescindible para poder circular con seguridad mientras que los arreglos de chapa se dejarán, mínimo, para septiembre.

Julio ya es de por sí un mes de mucho trabajo para los garajes debido al mantenimiento de vehículos de cara al periodo vacacional. A esto se suman ahora las labores como consecuencia de las piedras de hielo. «Desde primera hora estamos a tope y prevemos que esto seguirá así unos cuantos días más, muchos conductores están ahora gestionando los daños con el seguro y vendrán el lunes», explicaba Sonia Perianes desde Alexauto.

En el taller de la calle Artapadura, como en el resto de la capital alavesa, están dando prioridad a las reparaciones más apremiantes. «Estamos arreglando muchísimas lunas, pilotos y retrovisores. Lo que la gente necesita con urgencia para usar el coche e incluso irse de vacaciones. Los arreglos de chapa tendrán que esperar a septiembre al ser algo más estético, lo principal es que puedan circular», detalla la responsable. El negocio ya estaba hasta arriba desde hace semanas, «y esto nos ha terminado de colapsar». El teléfono de la oficina sonaba a cada minuto.

En algunos negocios se formaron larguísimas colas y si se intentaba pedir cita a través de internet resultaba imposible antes del martes 18 de julio. «Los daños se han producido sobre todo en carrocería, aunque al igual que en la gran granizada de 2009 la piedra también ha roto faros, lunas y retrovisores. Ahora mismo es imposible cuantificar los daños de manera detallada, para eso habrá que esperar, pero han sido miles de vehículos», resumían desde la asociación ADEADA.

En Carrocerías Jana, en la calle Portal de Betoño, atendieron en solo unas horas de la mañana más de 300 peticiones de citas. «Abrimos a las siete de la mañana y ya teníamos colas en la puerta. Esto está siendo una auténtica locura», aseguraba Javier Escribano. En estas primeras horas están en contacto con las compañías de seguros y las primeras citas que están dando son para el peritaje de vehículos. Calculan que estarán al menos tres semanas completas valorando daños. La próxima semana comenzarán con las reparaciones más urgentes, «lo imprescindible para circular». Y el tema de las abolladuras, de carácter estético, no lo podrán abordar hasta después del verano debido a la enorme carga de trabajo.

Unai Durán, al frente de Carrocerías Botta, confesaba que el teléfono «me quema. No sé ni la de llamadas que hemos podido atender...». Lo más apremiante es coordinarse con los seguros y en su caso está dando citas para dentro de dos o incluso tres semanas para realizar los primeros arreglos. «Se vienen semanas y meses intensos», vaticina.

En el taller Gurea, donde recibieron los primeros vehículos la tarde noche del jueves, avisan de que las reparaciones «irán para largo» y de que será complicado de gestionar, por lo que solicitan paciencia a los afectados. «Son meses de mucho trabajo y lo primero es esperar a ver qué dicen los seguros. Si el Ayuntamiento consigue que se declara zona catastrófica nos vendría bien a muchos», señala Raúl Vallejo.