Los talleres de coches de Álava dan cita para septiembre por la avalancha de revisiones de verano

Este periódico ha probado a pedir cita para arreglar una avería en la ventanilla de un coche en varios de estos talleres y al no ser cliente habitual la respuesta ha sido: «en este momento me es muy difícil atenderte, estamos a tope». En el mejor de los casos, han advertido a la redactora de que según qué componente esté roto puede que tampoco tenga solución rápida y el coche deba 'veranear' en el taller. «Hay una serie de recambios muy específicos que antes tardaban un día en llegarte y hoy se retrasan una semana», explica Juan Carrero, de Jusabi Motor, y miembro de la junta directiva de la Asociación de Empresarios de Automoción de Álava (Adeada).

Los problemas de falta de suministro de algunos componentes que han llegado a paralizar industrias como Mercedes o Michelin y que han afectado hasta a los talleres de reparación de bicicletas, parece que poco a poco va resolviéndose. «Pero a veces no tienen ni idea de cuándo va a llegar una pieza. Se hace todo a través de plataformas de venta on line y no sabes qué hacer si lo que quieres sigue en Alemania», explica.

A este handicap Juan Carrero suma la falta de previsión de los propios automovilistas. «Viene gente a que le revises el coche el día antes de hacerse 1.000 kilómetros. Puede tener cualquier cosa inesperada y a ver qué hace», explica. El alquiler de un coche, agrega, empieza a ser una opción difícil, entre otras cosas por la escasa oferta en Vitoria.

Carrero dirige un garaje grande, de mil metros cuadrados, en que trabajan seis técnicos, y estos días atienden a una media de 10-12 clientes que quieren que les hagan una revisión al coche antes de salir de viaje. Calcula que la demanda es un 10% superior a la del año pasado, cuando ya fue elevada, y como siempre concentrada en los meses de junio y julio. Entre los que se acercan a solicitar una puesta apunto están los conductores de autocaravanas, un tipo de cliente cada día más numeroso.

Deben cruzar los dedos para no tener problemas de índole electrónica o de sensores, porque además de implicar tiempo requieren de llevar el coche a los concesionarios. O de catalizadores. El directivo de Adeada explica que han notado cierto repunte de los robos de estos dispositivos que se venden en el mercado negro por tener un panel de cerámica impregnado con un recubrimiento de paladio, rodio y platino. Los ladrones llevan herramientas para cortar el tubo de escape.

Adeada, formada por empresarios industriales y comerciantes de las diferentes ramas del sector de la automoción, nació en 1980 y en la actualidad está integrada por 150 empresas. Uno de sus caballos de batalla ha sido la proliferación de talleres ilegales contra los que han presentado un centenar de denuncias desde 2015.