Talgo fabricará en Álava parte del pedido de ocho trenes para una ferroviaria danesa

Este pedido tendrá repercusión directo en la planta que Talgo tiene en la localidad alavesa de Ribabellosa, donde habitualmente se realizan los coches de cada unidad ferroviaria mientras que las cabezas tractoras se fabrican en Madrid. Todavía se desconoce el impacto, en este caso positivo, que tendrá en la producción y el empleo en la factoría vasca este contrato, que «viene a reconocer la extrema ligereza y eficiencia energética de nuestros trenes, que permiten a las operadoras como DSB contribuir desde el sector del transporte a luchar contra la emergencia climática».

El Talgo para la compañía danesa unirá la capital, Copenhague, con la ciudad alemana de Hamburgo. DSB, que se reserva la opción de ejecutar pedidos adicionales tanto de trenes completos como de coches individuales, ha elegido el modelo Talgo 230 para líneas convencionales y de altas prestaciones, con el objetivo de descarbonizar su sistema de transportes. Circulará a una velocidad máxima de 200 kilómetros por hora, será más ancho que los modelos de la competencia lo que ofrecerá mayor espacio interior para los viajeros y permitirá máxima accesibilidad en todo el tren, facilitando la entrada y salida a las personas con movilidad reducida.

Para la compañía española se trata de un contrato «estratégico» conseguido tras un proceso de licitación internacional competitiva y abierta. Y se suma al que ya logró Talgo el pasado con la alemana Deutsche Bahn para entregar cien trenes –23 ya se han pedido «en firme»–. La compañía germana destino estas unidades para las rutas que comunican Berlín con la ciudad holandesa de Amsterdam.

Talgo destaca que sus trenes tienen la capacidad para reducir hasta un 30% el consumo energético «respecto al estándar de la industria» gracias a su exclusiva tecnología de rodadura, que le permite fabricar coches de viajeros «mucho más ligeros». De esta forma, consigue que el ferrocarril reduzca aún más su impacto en este caso en Dinamarca, un país ya comprometido con recortar un 70% sus emisiones de carbono antes del año 2030.