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Medio centenar de vecinos de Artziniega sufrieron este viernes un corte de energía eléctrica que se prolongó durante casi veinte horas como consecuencia del intenso viento que sopló durante la madrugada. «La luz se fue a eso de las nueve de la noche y volvió ... a las cinco de la madrugada, aunque medio centenar de vecinos de la avenida Garai y Geltoki plaza han sufrido el corte hasta la tarde», explicó ayer el alcalde, Joseba Vivanco. El origen del problema estaba en la caída de un árbol encima del cable que suministra energía a esta zona.
Las rachas más fuertes de viento se produjeron desde las nueve hasta la medianoche. «En Orduña ha habido 163 km/h, aunque aquí habremos llegado a los 130», añadió Vivanco. Es habitual que Artziniega sufra rachas de viento muy potentes. Ya ocurrió en la ciclogénesis explosiva de 2010, cuando seis casas unifamiliares se quedaron sin tejado. «Además, tenemos un suministro eléctrico tercermundista», explicó Eduardo Villanueva, de la asociación local de comerciantes. «Durante toda la mañana del viernes hubo cortes eléctricos de poca duración, que ya auguraban lo que ocurrió a la noche y que son frecuentes cuando el viento es potente», explicó.
La situación ha obligado a algunos establecimientos a dotarse de equipos autónomos de abastecimiento energético para superar estas situaciones. «En el caso de los bares, no podemos quedarnos sin electricidad porque no podríamos atender a la clientela y los comercios tampoco podrían cobrar porque dejan de funcionar las cajas registradoras y los datáfonos». Afortunadamente para el comercio, el corte eléctrico más importante se produjo durante la noche, pero los que se vieron afectados durante más horas, tuvieron que tomar medidas adicionales. «He llevado la compra que tenía guardada en el congelador para Navidades a casa de mi madre porque si no, se descongela», explicó un vecino.
Al corte de energía eléctrica, hubo que sumar otros daños en Artziniega. La encina de 20 años plantada frente al Ayuntamiento -un esqueje de la que hay en el santuario-, quedó arrancada de cuajo. También sufrieron daños varios árboles del parque recreativo situado junto al complejo religioso y en el concejo de Santa Coloma. A estos hubo que añadir otros daños de menor importancia como el vuelco de contenedores de basura, la rotura de cristales y la caída de tejas de varias viviendas, algunas de ellas deshabitadas.
La intensidad del viento hizo que los bomberos tuvieran que intervenir en varias ocasiones. En Llodio, retiraron una placa de cinco metros de una chimenea en un edificio de viviendas de la calle Zuberoa, en el barrio de Ugarte. En Amurrio, la intervención fue para retirar una de las letras del cartel de Amurrio Antzokia que estaba suelta y amenazaba con caer a la calzada. La caída de árboles y ramas fue muy frecuente, pero en la carretera A-624 que enlaza Amurrio y Artziniega, tuvieron que retirar dos grandes troncos que obstaculizaban la circulación por la carretera en el tramo entre Menagaray y Llanteno y en las inmediaciones de Artziniega respectivamente.
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