Sospechan que un empleado filtró datos de la prueba para boicotear el proceso selectivo en Vitoria

La filtración no existió pero se intentó provocar un escándalo para paralizar el proceso selectivo. Esta es la principal hipótesis que maneja el Gabinete Urtaran tras investigar la denuncia realizada por el sindicato ESK, que el miércoles aseguró que había conocido el contenido del examen de una provisión interna de cinco puestos de oficial de mantenimiento (electricistas) antes de que se celebrara la prueba, algo que registró ante notario. Según ha podido saber EL CORREO, el Gobierno municipal ha decidido abrir un expediente disciplinario a un electricista interino que hubiera sido relevado de su puesto -volvería a la bolsa de empleo- como consecuencia del proceso de selección.

Como suele ser habitual en estos casos, el Departamento de Función Pública nombrará a un instructor y a un secretario que analizarán lo ocurrido y escucharán las distintas versiones, incluida la del presunto autor. Dado que esta persona no es funcionaria, si se demuestra que tuvo algo que ver en el caso podría perder su empleo definitivamente en lugar de durante un tiempo, ya que lo más probable es que el Consistorio evite contratar de nuevo sus servicios.

La tormenta por la presunta filtración estalló cuando ESK aseguró que el lunes había encontrado en el buzón de su sede «un anónimo» que revelaba que al día siguiente se iba a celebrar un proceso de promoción interna -para funcionarios que quieren cambiar de puesto- con cinco plazas de electricista del Ayuntamiento en liza. ESK acudió ese mismo día a una notaría para levantar acta de la información recibida. Un día después del ejercicio, hizo público que tanto el examen como los datos revelados por el anónimo «coincidían plenamente». En consecuencia, exigió «la paralización inmediata» de la provisión.

Pero el Gobierno, que ayer se reunió con un portavoz de ESK para pedirle la documentación que el sindicato tenía en su poder, sospecha que detrás de este escándalo subyace la intención de enfangar el proceso. Tras comparar el ejercicio presuntamente filtrado y el que se puso el miércoles a tres aspirantes -dos de los cuales aprobaron-, el texto «no coincide» y su literalidad «llevaría a suspender la prueba. El enunciado incluso incumple la normativa básica de electrotecnia», indicaron fuentes de la investigación. Eso sí, el anónimo acertó al revelar que se solicitaría un montaje de circuitos determinado. El Ayuntamiento cree que el autor no tenía el examen, pero sí «datos» sobre lo que se podía pedir «e hizo una aproximación».