Los detectores de metales suponen una amenaza para el patrimonio arqueológico alavés. E. C.
Delitos contra el patrimonio

Sorprenden a un británico con un detector en un yacimiento alavés y devuelve una moneda por carta

La Diputación de Álava comunica «quince posibles delitos arqueológicos» desde 2021

Jueves, 11 de abril 2024, 16:52

Una patrulla de Miñones sorprendió a mediados de 2023 a un ciudadano de origen británico con un detector de metales en el pueblo de Landa, ... que quedó parcialmente bajo las aguas con la construcción y llenado del embalse de Ullíbarri-Gamboa en enero de 1958. Los agentes -que forman parte del cuerpo policial más antiguo de España, con 230 años de historia- avisaron a este individuo de que está prohibido el uso de estos aparatos por tratarse de una zona protegida con un enorme interés arqueológico y le instaron a entregar el material que podía haber recogido. No obtuvieron resultado. Unos días más tarde el Museo de Arqueología de Álava -situado en la calle Cuchillería del Casco Viejo- recibió un sobre sin remitente procedente de Reino Unido y en su interior una moneda.

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Este es uno de los quince casos de expolio o vandalismo sobre el patrimonio histórico registrados en Álava desde 2021 y que la diputada de Cultura, Ana del Val, ha comunicado a las Juntas Generales después de que EL CORREO publicase en exclusiva que el yacimiento de Iruña Veleia, la joya romana situada a las 'puertas' de Vitoria, está sufriendo «actividades clandestinas graves». No sólo han sucedido en Landa, sino también en el dólmen de Aizkomendi, Santa Águeda (Delika, Amurrio), las termas de Arkaia, Landa, el Santuario de Nuestra Señora de Eskolunbe (Kuartango), el Castillo de Gebara, el Monte San Pedro, Garaio, Medropio (Valdegovía), Barcabao y El Llano (Espejo) y Atxuri, en el parque natural del Gorbea.

Actividades clandestinas que se han denunciado por parte de vecinos, responsables de las juntas administrativas o arqueólogos debidamente autorizados. «En la mayor parte de las actividades clandestinas identificadas no se puede determinar el tipo de detector identificado, puesto que la única evidencia son los agujeros practicados al extraer el objeto», explican los responsables forales.

Uno de los últimos sucesos tuvo lugar el 4 de febrero en el dolmen de Aizkomendi, en Eguilaz, municipio de San Millán. En la cámara de esta construcción de diez losas se observaron «pintadas con insultos» por lo que se interpuso denuncia y se procedió a su cuidadosa limpieza de este conjunto monumental de la Edad del Cobre.

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La Diputación explica que su responsabilidad abarca «todos y cada uno de los yacimientos arqueológicos que existen en Álava, a los que se deben sumar todos los demás elementos construidos que constituyen nuestro rico patrimonio cultural». En total, calculan, «varios millares de emplazamientos». «Por lo tanto, no es sencillo establecer medidas específicas de protección y control eficaces», indican los responsables forales.

El Departamento alavés de Cultura explica que está actuando en tres aspectos: extremar la vigilancia, denunciar todas las actuaciones clandestinas e insistir la concienciación ciudadana.

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