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driana Fariñas, Alba Tojo, Ibai Cobo, June Almarza y Aroa Arrizubieta han elegido la creación artística como vía profesional. Con edades comprendidas entre los 18 y los 23 años empiezan un complicado camino, pese a su abanico casi infinito de posibilidades y matices. Casi tantos ... como los que mostraron ayer en los trabajos que exhiben en Montehermoso hasta el 21 de febrero. La exposición es el premio final por ser los ganadores de la edición de 2019 del programa Gazte Arte. En diciembre asistieron a unos talleres para materializar sus ideas y ahora toca la recompensa final con la muestra al público. «Solo es un primer paso», coincidieron.
Ibon Saénz de Olazagoitia, experto en artes visuales, ejerce de comisario y ha asesorado al quinteto durante la creación de sus trabajos. «Estoy muy satisfecho y no cabe duda que hay mucho trabajo y buena intención por su parte», señaló. «No he querido imponerme sino sugerirles opciones; no ha sido una labor de comisariado al uso, prefiero llamarla de acompañamiento».
Durante el taller, los cinco jóvenes estuvieron trabajando como si estuvieran en sus propios estudios, pero a la vista de todo el público, que mientras pasaba se interesaba y les preguntaba. «Eso también es un aprendizaje». Sáenz de Olazagoitia conoce perfectamente la vida del artista y sabe que es complicada, pero indica que «si en el futuro queremos ver exposiciones hace falta un recorrido, estos son solo los primeros pasos que muchos de ellos van a tener dar». Con el programa Gazte Arte «se les echa una mano y se les da una visibilidad ahora cuando están empezando». No obstante, «lo ideal es que el aprendizaje no termine y que continúe con el tiempo».
Sáenz de Olazagoitia se deshace en virtudes ante el trabajo de sus 'alumnos'. De June y Aroa dice que «me ha gustado la fusión de ideas. Las dos son muy buenas amigas y se complementan de maravilla. Cada una es muy buena en lo suyo». La primera aporta el sostén gráfico y Aroa, el corpus literario de la obra. Por su parte, Adriana «es muy perfeccionista y exigente». A pesar de sus 23 años, «sabe muy bien lo que quiere». Algo similar al caso de Ibai, otro vitoriano que también lo tiene claro. «Va enfilado hacia la fotografía. Su obra gira en torno al universo fotográfico analógico».
Asimismo, la obra de Alba tiene otro aire ya que ella trabaja la imagen desde un planteamiento expresionista y «muy imaginativo».
June Almarza y Aroa Arrizubieta son dos amigas vitorianas de 18 años que decidieron unir sus habilidades. June estudia Diseño Gráfico y Aroa es bertstolari y juntas pretendían «transmitir sentimientos a través de las artes gráficas y la poesía en euskera». «La mayoría de los temas son sentimentales, pero también hay reivindicativos», deslizan.
Adriana es una vitoriana de 23 años que estudia un máster de fotografía y moda. Su obra muestra las imágenes de 9 personas maquilladas para la ocasión por la propia artista. «He buscado mostrar como si yo fuera un espejo y reflejase una imagen muy subjetiva de lo que ellos me transmiten».
Alba, 23 años, viene de Murgia, acabó su carrera de Bellas Artes y sigue formándose en el grabado. «Trabajo con rostros y figuras que surgen de mi instinto» y en este caso quiso que «cada figura fuera diferente y singular». Para su proyecto, usó varias planchas. «No sabía cuál iba a ser la composición final», apunta.
Ibai es un vitoriano de 22 años que estudia un postgrado de Creación y Reflexión. Su obra pretende, a través de imágenes abstractas, llevar el mundo de las ideas a un plano físico. «Eso lo he llevado a un cubo de espejos y me gustaría que los demás vieran la escala de la lógica cuando miren en su interior».
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