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Ni las denuncias públicas ni la movilización social han desencadenado un cambio sensible en la estructura de las empresas alavesas rumbo a la igualdad. Los hombres siguen al frente en la inmensa mayoría de las compañías y a muchos, de hecho, les costaría nombrar ... mujeres que ocupan puestos de dirección tras la salida de María Paz Robina de la planta de Michelin en Vitoria rumbo a la dirección general del grupo en España y Portugal. Y es que, según un reciente estudio elaborado por el Colegio Vasco de Economistas, el 81,2% de quienes copan los cargos más altos en las empresas del territorio siguen siendo varones. Una tasa muy por encima de la media vasca, que ronda el 70%, por lo que se consolida como la provincia de esta comunidad más retrasada en esta materia. Una deficiencia con un claro origen, ya que el 64,7% de los encuestados reconocen que las mujeres no tienen las mismas oportunidades para prosperar en la empresa privada que sus compañeros.
«Alguna vez he acudido a reuniones en las que tan sólo éramos dos mujeres y enfrente teníamos a veinte hombres», comenta Ana Isabel Jorge, presidenta de la asociación de mujeres profesionales y empresarias de Álava (Ampea). Ella se dedica al sector de la construcción -es socia de una firma dedicada al aislamiento térmico y acústico de edificios- donde la presencia de las mujeres sigue siendo «mínima», aunque poco a poco se va corrigiendo con las nuevas generaciones. La directora de Emakunde, Izaskun Landaida, considera «injustificable» ese desequilibrio tan pronunciado de hombres al frente de empresas. A ella no le sirve como argumento el marcado carácter industrial de Álava para explicar esta situación, ni que las estudiantes sigan prefiriendo desarrollar carreras universitarias de Humanidades (el 62,1%) y de la rama de Ciencias de la Salud (75,4%), y sólo el 27,4% opte por Ingeniería y Arquitectura, según datos de la patronal Confebask. «Es cierto que existe una gran brecha pero no es una casualidad. Su origen reside en las familias y en que aún faltan referentes femeninos en los puestos de responsabilidad. Necesitamos un cambio en la cultura empresarial», reclama la máxima responsable del instituto vasco de la mujer.
Ana Isabel Jorge, Presidenta de Ampea
«A mi hija nunca le sorprenderá tener una jefa o que su empresa cuente con directivas en su consejo de administración porque es la educación que le hemos inculcado en casa, pero lo cierto es que aún hay una tendencia machista en nuestra sociedad», arguye Ana Isabel Jorge. La nueva presidenta de Ampea dice no haberse sentido discriminada en ninguna ocasión por su género, pero admite que es necesario ganar visibilidad para animar a las niñas a combatir los roles tradicionales y emprender el camino que realmente desean sin ningún tipo de freno.
«Aquí hay más chicas que chicos en las universidades, por lo tanto tienen formación y méritos suficientes para ocupar esos altos cargos en las compañías. Esta realidad no se refleja en el mundo laboral, ya que no acceden con las mismas posibilidades de prosperar. El sistema plantea dificultades a las mujeres, ahí está el ejemplo de la brecha salarial o que los cuidados de menores y ancianos en gran medida siguen recayendo en nosotras», expone la directora de Emakunde. Apunta cómo -según sus datos- sólo el 28% de las empresas vascas que forman parte del IBEX-35 están dirigidas por mujeres. Y eso que las patronales autonómicas siguen presentando la igualdad como «un requisito para la supervivencia de las empresas». Pero la inmensa mayoría de los alaveses encuestados, el 56,7%, cree que existen «dinámicas del poder dentro de las organizaciones» que favorecen a los hombres y, en consecuencia, perjudican a las mujeres. Una percepción que es mucho más acusada que en el resto de provincias vascas. «Es una excusa poco consistente, no creo que existan argumentos de peso que nos puedan diferenciar tantísimo de nuestros vecinos de Gipuzkoa y Bizkaia. Lo que de verdad coarta la progresión de las mujeres en el mercado laboral es la falta de oportunidades y los papeles que asumimos en el hogar», contesta Jorge. Otras organizaciones empresariales como SEA, Cámara de Comercio y Confebask, todas dirigidas por hombres, eludieron ayer opinar para este artículo.
Izaskun Landaida, Directora de Emakunde
El gran debate en esta materia sigue residiendo en cómo se puede corregir esta situación. La mayoría de los encuestados en el territorio histórico, el 40,6%, rechaza que se tengan que fijar cuotas por ley para la presencia de mujeres en puestos de decisión, «pero -eso sí- se deben seguir formulando recomendaciones en este sentido». El 35,8%, a su vez, está de acuerdo con dicha imposición. Una división que también se observa entre los diferentes agentes. Landaida defiende las cuotas y Ana Isabel Jorge, por el contrario, piensa que puede ser contraproducente y «tiene que predominar la valía profesional».
«El talento de las mujeres existe y hay que articular mecanismos que permitan que aflore para aprovechar todo ese conocimiento existente entre nosotras. Las cuotas se han convertido en una herramienta para permitir que prospere nuestro talento. Los beneficios no sólo se reflejan en las trabajadoras y las compañías, sino para el conjunto de la sociedad», recalca Landaida, quien menciona estudios de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y el Fondo Monetario Internacional (FMI) para sostener que la igualdad sirve para que prospere la economía. «Las empresas con un 30% de ejecutivas tienen un 15% más de beneficios. No es nada desdeñable», concluye la directora de Emakunde.
81,2% de las empresas en Álava siguen dirigidas por hombres, por lo que sólo hay una mujer al cargo por cada cinco hombres. De las tres provincias vascas es la más retrasada en esta materia. En Bizkaia, hay hombres al mando en el 69,4% de las compañías y en Gipuzkoa, en el 68,8%.
Contra las leyes. En el territorio histórico, la mayoría está en contra de que se regule la presencia de mujeres en los órganos de control de las empresas. El 40,6% no considera oportuno que se regule y sólo apuesta porque se sigan formulando recomendaciones en este sentido. El 35,8%, por el contrario, está de acuerdo con este tipo de medidas para garantizar la presencia femenina en los consejos de administración.
Gipuzkoa, por delante. Si bien en Bizkaia también se apuesta porque no existan cuotas, Gipuzkoa se sale del molde y cree que «por supuesto» se tiene que reglar.
64,7% de los alaveses encuestados por el Colegio Vasco de Economistas admite que hombres y mujeres no tienen las mismas oportunidades para ocupar cargos de responsabilidad, lo que -como es evidente- les perjudica a ellas y evita que prosperen en la estructura de sus compañías. De hecho, sólo uno de cada cinco mantiene que 'compiten' en igualdad de condiciones. Tanto Emakunde como Ampea señalan el cuidado de mayores y bebés y la brecha salarial como razones que les frenan.
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