«Todo lo que sobresale del relieve del Monumento a la Batalla de Vitoria está roto o desaparecido»

La tibieza del equipo de gobierno, sin embargo, contrasta con la posición que el PP defendió en el Ayuntamiento de Vitoria. «Es parte de la historia local y uno de los acontecimientos más importantes que ha sucedido en España y Europa. Es nuestra postal tradicional y es una pena que se haya deteriorado por falta de interés del Consistorio», criticó la portavoz popular, Ainhoa Domaica.

Por eso, los populares proponen que el Gobierno vasco incluya el Monumento a la Batalla como «bien de interés cultural» y no se espere más para «impulsar este mismo año» una restauración integral. Una cuestión que se trasladará al pleno del 16 de febrero para que los grupos políticos evidencien su postura a este respecto e intentar arrancar algún tipo de compromiso por parte del ejecutivo de Maider Etxebarria.

Y es que las últimas intervenciones de cierto calado tuvieron lugar en 1963 y 1984. En 2001 se hizo una limpieza superficial, en 2013 se acondicionó para el bicentenario de la Batalla y en 2014 se tuvo que eliminar la pintura que habían lanzado dos menores.

En su justificación para incluir en la lista roja este estandarte de plaza de la Virgen Blanca, Hispania Nostra subraya que «todo lo que sobresale del relieve como gorros, sables, bayonetas, plumas, espuelas estandartes o símbolos está roto, doblado o desaparecido». Esta asociación que vela por la conservación del patrimonio cultural del país considera que, pese a las reformas que se han realizado, «la escultura que conmemora la victoria aliada y la retirada definitiva de las tropas francesas de España (con la excepción de Cataluña)» presenta un considerable estado de abandono, además de lamentar el hecho de que carezca de «protección especial específica».

Desde que la pasada semana se advirtió sobre la inminente entrada del monumento en esta lista roja, agentes de la cultura y el turismo, además de historiadores y vecinos, han pedido la protección de este conjunto con 105 años. EL CORREO recogió sus inquietudes y un mensaje claro de demanda a las instituciones para que «se impliquen» y pongan fin al deterioro. Además, reclamaban activar distintas medidas que permitan su recuperación y conservación.

Hispania Nostra, además, alerta de que el mal estado de las distintas piezas que componen la obra «no garantiza la supervivencia a medio y largo plazo» del monumento.