Sitges se rinde a Paul Urkijo con su corto 'Dar-Dar'

Paul Urkijo (1984, Vitoria) se ha ido abriendo un hueco en el cine fantástico a pasos endiablados. No es que su proyección se haya disparado del día a la mañana, sino que con un minucioso trabajo ha ido mostrando un universo propio de criaturas infernales, que se mueven entre la neblina vasca, inspiradas en mitos y leyendas. Esa misma receta es la que ha empleado en 'Dar-Dar', el cortometraje con el que se ha hecho con el Premio Méliès D'Argent en el Festival de Sitges, uno de los galardones cinematográficos de terror más prestigiosos del mundo.

El vitoriano se confirma como uno de los directores vascos con mayor proyección al recibir este galardón en el Auditorio Meliá Sitges. No fue el único alavés que alcanzó la cima del festival de género más prestigioso del mundo. 'Baby', la última película de Juanma Bajo Ulloa, también ha sido distinguida en Sitges con el premio a mejor banda sonora. Las composiciones de Koldo Uriarte y Bingen Mendizabal contribuyen de manera esencial a mantener el pulso narrativo de la séptima película del director de 'Airbag' que se ha atrevido a rodar una cinta sin diálogos.

Ambos títulos rodados en Álava y dirigidos por cineastas vitorianos forman parte de un palmarés con escasa presencia nacional. De hecho, a estas producciones tan solo se suma otra película nacional, 'La vampira de Barcelona', de Lluís Danés, reconocida con el premio del público. De esta manera, la creación alavesa pisa con fuerza en el festival que arrancó el pasado 8 de octubre.

Esta 53 edición ha estado marcada por un formato híbrido debido a la pandemia en el que se han fomentado los encuentros y visionados online. Precisamente, el día de la inauguración se estrenó 'Dar-Dar'. «Tuvimos esa suerte. Pero ha sido una sorpresa ganar porque este tipo de premios nunca se esperan. Estamos muy contentos porque es el primer festival en el que se ha presentado el corto», contaba Urkijo a este periódico antes de recoger el galardón en el que se ha impuesto a otros once títulos europeos. El realizador se recorrió ayer casi 5 horas en coche para recibir el premio. Este cortometraje de diez minutos de duración enraíza de nuevo con una leyenda vasca, en esta ocasión, de un demonio que se alimenta de dedos humanos. 'Dar-Dar' nació de la necesidad de volver a rodar tras debutar hace tres años en la gran pantalla con 'Errementari'. «Surgió de manera sincera y sin ninguna pretensión», explica. Rodada en enero de este año en Olaeta, el realizador aprovechó el confinamiento para terminar el montaje de una historia, en blanco y negro, protagonizada por la jovencísima Udane Elosegi, Almudena Cid y Elias García. En el equipo del filme sobresalen otros nombres propios del audiovisual alavés como el director de fotografía Gorka Gómez Andreu.

En paralelo, Urkijo trabaja desde hace tres años en su segundo largometraje, 'Irati', que se inspira en la mitología acerca de dicha selva para levantar una historia ambientada en el siglo VIII. Este galardón Méliès D'Argent lleva el nombre de una reconocida agrupación de programas (Méliès International Festivals Federation), compuesto por 25 festivales de cine de 19 países. Como recoge el reglamento de Sitges, los ganadores de este premio entran «automáticamente a ser considerado por el Comité de Selección de la Academia de Ciencias Cinematográficas de Hollywood para los premios Oscars».

Urkijo es un viejo conocido de Sitges. Su presencia en el festival como aspirante se remonta a 2010 con el corto 'Jugando con la muerte'. También en el prestigioso certamen internacional presentó 'Errementari', su aclamada ópera prima que fue elogiada por figuras de la talla de Guillermo del Toro, quien la califó como un «gran cuento vasco».