Publicidad
La jornada de lucha dejó este martes las espadas en alto en la enseñanza vasca. Los sindicatos advirtieron a Educación que si no responde a sus demandas de «recursos y medidas para garantizar la seguridad de la comunidad escolar» en el plazo de una semana ... continuarán con las movilizaciones. El Gobierno vasco sembró dudas sobre las intenciones de este paro al mostrar su extrañeza por que Euskadi sea «la única comunidad en la que se ha convocado» e invitó a las centrales a «colaborar» y «superar las dificultades». La huelga encendió la preocupación en colegios y familias por la amenaza de que estalle un conflicto con los contagios al alza en las aulas.
«Ha sido un toque de atención a Educación. Les toca ahora a ellos mover ficha. Si en una semana no obtenemos respuesta alguna a nuestras demandas continuaremos con las movilizaciones», advertían este martes Steilas, LAB, CC OO, ELA y UGT. Aseguraron que la huelga había tenido un «amplio respaldo» entre los docentes, las asociaciones de familias y de estudiantes. Cifraron en un 70% el seguimiento entre los profesores.
Medidas de seguridad
malestar docente
Datos del paro
Los representantes de los trabajadores censuraron con dureza la «mala gestión y planificación» del Gobierno vasco para hacer frente a la pandemia. Reclamaron a Educación «que asuma de una vez por todas la responsabilidad que la situación requiere» y ponga en marcha «medidas y recursos para garantizar un curso presencial seguro y consensuado», porque «sólo así podrá garantizar la salud y la educación de calidad».
El Gobierno vasco rebajó ese respaldo. Detalló que un total de 8.203 profesores ejercieron su derecho a la huelga, de los 19.553 de los que se disponían datos -hay 23.000 en la red pública-. Situaron la participación en el 41,9% del profesorado. El seguimiento en las ikastolas concertadas fue alto, de un 65%, y en los colegios religiosos de Kristau Eskola muy bajo, del 2%.
Publicidad
El portavoz del Gobierno vasco, Bingen Zupiria, subrayó que «llama la atención» que en otras comunidades con datos epidemiológicos «similares o peores» que en Euskadi «no se haya organizado una huelga» en el inicio del curso. Aseguró que el Gobierno comprende la «preocupación» de la comunidad escolar ante las «dificultades» que se plantean en la vuelta a clase, pero recordó que toda la sociedad sufre una situación «muy complicada», que puede durar «muchos meses» y que afectará «a todos los ámbitos de la vida», incluida la educación.
En todo caso, Zupiria aclaró que no quería entrar «en un cruce de acusaciones» con las organizaciones sindicales y mostró un talante conciliador. Apostó por «analizar» lo ocurrido y hacer «autocrítica». Apuntó, además, que el Gobierno está «obligado a trabajar junto a la comunidad educativa para garantizar el derecho a la educación y que este se pueda ejercer de forma presencial», y trasladó a los sindicatos una «invitación» para colaborar y «superar las dificultades».
Publicidad
La jornada de huelga se desarrolló con una baja asistencia de alumnos, en buena parte por el temor de las familias a que se elevara el riesgo de contagio al haber menos docentes. De hecho muchos colegios recomendaron por medio de circulares a las familias que no enviaran a sus hijos a clase porque no podían «garantizar su seguridad». No iban a contar con profesores suficientes, les advertían, para mantener los grupos estables de convivencia.
En la jornada de ayer estaba previsto que volvieran a clase los estudiantes de los dos últimos cursos de ESO, Bachillerato y parte de la FP, con lo que los centros del País Vasco debían atender a cerca de 300.000 escolares, cien mil más que la pasada semana. Muchos institutos y colegios concertados retrasaron un día su incorporación por el riesgo que suponía estrenarse en las aulas con nuevas medidas de seguridad en plena huelga. Otros centros decidieron hacer una presentación 'online' del nuevo año académico para estos alumnos.
Publicidad
Los profesores no escondían su malestar por las dificultades con las que se encuentran a diario para cumplir los protocolos de seguridad por falta de medios. «Nos prometen recursos que no llegan», se lamentaba una maestra del colegio público Zabarra de Durango, donde el cien por cien de los docentes secundaron el paro y solo acudieron media docena de niños a clase.
Las familias que optaron por llevar a sus hijos al cole vivieron la jornada con intranquilidad. «Tengo que ir a trabajar y, además, no estoy de acuerdo con la huelga. Creo que es momento de ayudarnos y colaborar todos», explicó por su parte Simone Martines, que acompañó a su pequeño Igor a la ikastola Mariturri, en Vitoria. Como fue el único de todo el centro, la mujer acabó llevándoselo consigo al trabajo. «Me da pena que se quede solo».
Publicidad
«No se puede hacer una huelga en un momento tan complicado por la pandemia y sin dar margen a que el Gobierno vasco responda a las necesidades que le plantean los colegios», censuró Aitor Mujika, responsable de la federación de padres de alumnos Bidelagun, de colegios diocesanos. «Un profesor con cien alumnos, lo que marcan los servicios mínimos, ¿cómo controla los 'grupos burbuja', que no se mezclen? Se pone en peligro la seguridad de los escolares», alertaba.
Accede todo un mes por solo 0,99€
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.